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Mi amigo.

-¿Te arrepientes, pues, de algo de lo que has hecho o sido en el pasado?, le pregunto a mi amigo.

Él rápidamente y sin dudarlo un segundo contesta que no, que ni hablar, que no se arrepiente de nada. Ni de lo que fue o es ahora mismo, ni de lo que estudió, ni de su dedicación laboral actual, ni de su carácter o forma de ser, ni de la fama que se ganó entre los vecinos y ex-compañeros de clase en los injustos e ingratos tiempos del instituto, ni de sus actos personales o públicos, ni de las decisiones que tomó, ni de haber intentado dedicarse a partes iguales a la familia y a los amigos. Ni de haber buscado su felicidad en todo ello.

Me dice, es más, que si tuviera una segunda oportunidad volvería a repetirlo todo tal y como lo ha hecho. Aparenta, así pues, haber desarrollado una vida plena, realizada, vivida en el presente como si no hubiese un mañana. Como hay que vivir las cosas, por otro lado, le digo. Solo me reconoce que a todo ello le añadiría algo, una sola cosa, un ligero matiz. Algo que su vida no ha tenido y que, al compararse con los demás, echa en falta e, incluso, envidia cada vez con más fuerza.

Se refiere a la pasión, al deseo, al placer, a dar rienda suelta al goce y al disfrute sexual propio de todo joven en edad de merecer. El placer por el placer, sin ataduras, sin compromisos. Instintos que ha tenido como apagados hasta ahora, si se me permite decir así, debido a su forma de ser y a que siempre tuvo pocos amigos con los que experimentar e iniciarse en esto y en aquello. Los años del instituto fueron duros, los clichés pesan y hasta él mismo no confía en que alguien se le pueda arrimar y hacerle disfrutar.

Me lo dice después de haber pasado la noche de ayer con los amigos jugando al ¿famoso? juego de "¿alguna vez habéis hecho...?" que tan fácil se presta a preguntas de alto voltaje -ya saben ustedes, la dichosa edad-. Él no lo pasó muy bien porque mientras todos contaban sus peripecias con las chicas, sus tríos, sus dúos y sus solitarios, sus fantasías eróticas hetero y homosexuales cumplidas o por cumplir, cómo lo hacen, dónde y cada cuánto, qué les gusta hacer y que le hagan, cuánto tiempo dedican a cada postura, si les gusta el sexo oral o si lo consideran prescindible, etc., él no tuvo nada que decir, ni sabía qué preguntar y todos los miraban como si de un marciano se tratase.

Su sensación, un día después, es que, camino de los treinta años, ha perdido un tiempo precioso para descubrir todas aquellas cosas, para vivirlas, para experimentarlas y para poder participar en estas conversaciones. Le falta haber vivido esto. Y cuanto más mayor, la cosa cambia, se pone más complicada o menos accesible. Intuye que ya es un poco tarde, que cada cosa tiene una edad y que si éstas no las ha hecho a la edad que correspondía tiene ya muy pocas papeletas para vivirlas, para reengancharse al tren de la carne y del placer, para sentir lo mismo que los de su edad y no parecer un bicho extraplanetario.

Y el caso es que yo no sé muy bien qué decirle. Solo sé que no es tan fácil, ni es cuestión de dicho y hecho.

16 guarrindongos tienen algo que decir:

Hola Jota
Yo le diría que no es tarde para nada, que aún le queda muchos años para probar cosas que nunca probó.
Que tampoco la vida consiste en eso, que hay muchas otras situaciones placenteras y bonitas.
Que el amor es algo maravilloso y por tanto algo que aún le queda por experimentar.
Que cuando hay amor, todas esas cosas, son divinas, que el sexo con amor es mucho más bonito y cuando hay verdadero amor todas esas fantasías puede realizarlas.
Le diría que no se complique la vida con tanto pensar y pensar, que todo llega, que para todo hay tiempo, incluso para cansarse.
Añadiría que lo importante es como él se siente, se muestre ante los demás.
Que seguro es un ser maravilloso, un ser con un fondo profundo, un interior precioso.
Que lo que hagan los demás no tiene porque ser lo ideal.
Has apuntado todo lo que le tienes que decir?
Pues ea, eso.

Y para ti te mando un beso de colorines, lleno, lleno de ternura.

7 de diciembre de 2010, 1:10  

Tu amigo eres tú y si te haces este tipo de preguntas es que en el fondo te arrepientes de ser como eres.

Uno que estuvo en la fiesta.

7 de diciembre de 2010, 4:11  

Su amigo se parece muchisimo a usted, es una delicia, tener alguien al lado tan igual...

Abrazos.

7 de diciembre de 2010, 11:20  

PRINCESA.

Por supuesto, me lo dejo aquí todo bien apuntadito. Seguro que le gustará oírlo.
Besos de tinta indeleble!

7 de diciembre de 2010, 12:47  

ANÓNIMO

Si yo soy yo y usted es usted, quién es más tonto de los dos?

No hace falta que conteste, que yo lo tengo claro.

7 de diciembre de 2010, 12:48  

MYLES.

Es que ya sabe usted que Dios los cría y ellos se juntan. Por lo demás le diré que es una delicia tener amigos como los que tengo, tan parecidos y también muy diferentes. Pero ninguno igual. ¿Sabe usted por qué? Pues porque obra maestra solo puede haber una.

El resto, imitaciones.

Un saludo.

7 de diciembre de 2010, 12:49  

Jota, hay mas vida despues del sexo. No todo es sexo en esta vida.
Besossssss

7 de diciembre de 2010, 13:15  

NEFERTITI.

Tienes razón aunque cualquiera lo diría en los tiempos que corren. Besitos!

7 de diciembre de 2010, 13:36  

Oye, ese anónimo es evidente que no es tu amigo, aunque estuviérais en la misma fiesta.
Me tomo las cosas en sentido literal, se me da mal leer entre líneas.
Si hablas de tu amigo, así lo leo, no entro en más.
Lo que puedo sacar de lo que dices es que tu amigo fue a la escuela oficial pero no a la de la vida.
Por suerte para el, en esa escuela no hay cursos lectivos con principio y final, o aprobados o suspensos, ni becas, ni de pago, ni nada.
Sólo hay que apuntarse al curso que se quiere hacer, eso sí, con la misma disposición que en la oficial, es decir, aprender todo lo que se pueda, sacarle partido, y sobre todo pasárselo bien.
Nunca es tarde para lo que uno quiere, me encanta ver a los abuelos que se enamoran en las residencias, y tienen ochenta años.
Nunca renunciaré al amor, ni al sexo ni a nada que se dé en la escuela de la vida.
Y creo que me matricularon cuando nací por las lecciones que llevo de todo tipo, así que venga, dile a tu amigo que coja sitio, y que no hay horarios, así que no puede llegar tarde.

Y otra cosita, de lo que veas, la mitad creas, de lo que no veas, nada. Que hay mucho fantasma que presume de cosas que ni en sus mejores sueños.

No hagas caso de anónimos con mala leche.

Ya sabes, yo soy Parker. Un beso.

7 de diciembre de 2010, 15:03  

PARKER.

Agradezco, desde luego, que mis entradas se lean como yo las escribo y no como cada cual las interprete.

Ese anónimo no es mi amigo, es un troll. Y un cobarde porque no dice quién es. Un simple revienta entradas que se hace notar de esta manera y que vaya usted a saber de dónde ha salido.

Me gusta esa diferenciación que haces entre cursos oficiales y los cursos de la vida. Eso es lo que ha pasado. Sabe mucho de todo pero poco de la vida. Qué cosa. Parece una contradicción pero no lo es.

Por eso no se arrepiente de nada, ni dejaría de hacer lo que ha hecho si volviera a nacer. Como ha vivido plenamente y con la misma buena disposición con la que iba a sus clases de educación reglada, no se arrepiente de nada. Solo quiere añadir esto a su vida. Darle este matiz. Pasar menos tiempo en clases de educación reglada y dejarse ver en las clases de la vida, podríamos decir.

Y aunque sea verdad lo que dices, lo de los fantasmones, que los hay y muchos, es difícil abstraerse de todo eso cuando, como bien sabes, lo tenemos hasta en la sopa y parece que es imposible vivir sin ello o vivir con poco de ello. Y quien no se lo haya cuestionado es que no está vivo. Cuando el sexo se convierte en un fenómeno de aceptación social, que divide a los "guays" de los simples marginados o extraterrestres.

De esto iba mi entrada. Y no de adivinanzas..., ni mucho menos de juzgar al que la escribió.
Muchas gracias, Parker.

Un beso fuerte!

7 de diciembre de 2010, 15:40  

PRINCESA.

Me vas a perdonar pero me estoy dando cuenta de que no te he hecho mucho caso al comentario.

El caso es que él no quiere darle un cambio radical a su vida. Se siente feliz tal cual es, haciendo lo que hace y viviendo como vive. Eso le da placer. Porque, como bien dices, cualquier cosa puede dar placer. Qué se yo, ver a su sobrino recién nacido, irse de puente con los amigos, que le inviten a la casa de la playa de tal o cual amigo en verano, etc. Lo que sea.

El se sabe de sobra esa frase que dice que hay que buscar la felicidad en las cosas pequeñas de la vida. Y sé que vive como si mañana fuese a morirse, atento, haciendo lo que tiene que hacer, cumpliendo sus obligaciones, saliendo lo que puede y compartiendo su vida con quien quiere compartirla con él. Y eso le hace feliz.

Pero, como decía Parker, la brecha entre todo lo que él sabe o hace y lo que enseña la vida, es cada vez más grande. Aunque, por otro lado, nada le pilla por sorpresa. Habla de todo, lo conoce todo, no se escandaliza por nada y lo suele aceptar todo con bastante amplitud de miras.

Pero cuando se le habla de eso, se siente inevitablemente fuera de onda.

Seguramente el problema no sea el hacerlo a toda costa. Porque, no sé, pero una de las amigas allí presentes dijo que no llevaba el mismo ritmo que antes porque comenzaba a ver que eso cansaba, que siempre era lo mismo. Que hay que buscar algo mejor, que se merece algo mejor, que es mejor la calidad a la cantidad y buscar algo bueno que no algo rápido y de mala calidad.

Y todo eso es. Más besos indelebles, Princesa!!!!

7 de diciembre de 2010, 15:48  

Pues yo sí me arrepiento de cosas. Y eso sirve para no repetirlas.
Besicos.

8 de diciembre de 2010, 9:57  

Hola Jota he estado muy liado esta semana y la verdad es que he entrado poco por los blogs.
Veo que sigues con los anónimos jajaj, yo me lo paso bien con ellos y además aguantan todo lo que les digas, jajaja. bueno bromas aparte.

Es verdad que cada época o edad tiene sus locuras y desenfrenos pero para salir, para divertirse, para hacer un dúo o un trío, para casarse, para divorciarse, para tener pareja, para follar y todos los días o para hacerlo tres veces a la semana o para no hacerlo ninguna....
Para todo esto y mucho más, nunca es tarde, no solo se emborrachan los jóvenes de 20 años, ni fuman los jóvenes, ni follan los jóvenes, ni se drogan los jóvenes....
Los un poco más mayores y gorditos también nos tomamos nuestras copitas de vez en cuando y salimos alguna noche que otra y echamos nuestros polvos.

La vida es para todos, el caso es disfrutarla en cada momento con lo que eres, con lo que haces y sobre todo con quien eres.
Un abrazo

8 de diciembre de 2010, 11:00  

SARA.

Pues también es verdad. Pero yo creo que también aprendes sin necesidad de arrepentirte de nada o de penar por lo que pudo ser y no fue o no se supo hacer o por lo que salió justo al revés. Que somos humanos y eso va en el contrato que firmamos antes de desembarcar en este mundo, jeje.
Besos!

8 de diciembre de 2010, 13:11  

DAVID.

Pues sí, ya ves, uno que quería que le nominásemos a tonto de la Navidad, jajaja, y de paso hacerse notar. Pero no le vamos a dar ese gustazo.
Yo me maravillo con la capacidad que tiene la gente para hacerte sentir importante en sus vidas. Se creen que te están criticando y destrozando la vida y que no vas a levantar cabeza debido a sus críticas y gilipolleces, pero lo único que demuestran es que tienen mucho tiempo libre para situarte en el centro de sus vidas y darte una relevancia que no te dan más que ellos. Te hacen sentir importante, sabes que ellos piensan en tí y te dedican comentarios anónimos en su mucho tiempo libre, jajajaj, es maravilloso.

Me gustó mucho tu última frase, hablando ya de cosas importantes. La vida es para todos, todos cabemos en ella y lo que hay que hacer para ser feliz es encontrar tu hueco en el mundo con quien te rodea, con quien eres y con lo que haces. Una vez que eso está ganado, que salga el Sol por Antequera...

Un abrazo fuerte!

8 de diciembre de 2010, 13:18  

has vivido cosas q los demás desearíamos haber vivido y aun vivirás cosas q los demás ya hemos vivido.
24 horas son las mismas para todos y de todo lo vivido se aprende.
el tmpo se desarrolla segun las circunstancias, pero toda vivencia es util y placentera, cada una a su modo, y cada una cndo llega, porq todas llegan.
sigamos viviendo el presente, ilusionandonos con el futuro y mirando solo de reojo el pasado.

8 de diciembre de 2010, 19:42  

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