Me temo que todos hemos sido víctimas de un engaño masivo. La Iglesia, entre todas las cosas que nos ha contado desde que es tal, nos ha enseñado que morimos para vivir, para pasar a una vida mejor. Y no lo ha enseñado porque sí, sino porque es lo que dicen las Sagradas Escrituras y a interpretarlas y a darlas a conocer es a lo que se dedica la Iglesia, es su trabajo. Esto de morir para vivir, que en principio resulta un contrasentido que admite poca duda y que podríamos entender como mecanismo para contentar a los que aquí se quedan llorando ausencias, ha sido más o menos aceptado durante siglos, qué digo siglos, milenios.
Pero yo ando preguntándome estos días que si, por ejemplo, mi abuela vive cómo es que no viene a verme. Mejor dicho, cómo es que no se me manifiesta. No pretendo que venga en cuerpo y alma porque en eso no consiste la doctrina de la Iglesia al respecto, pero sí que se me manifieste de alguna forma "evidente". Se me antoja que con lo que ella se preocupaba por mi, porque diera con una buena chica con la que casarme, porque encontrara un buen empleo, porque fuese autosuficiente y no dependiese de nadie, porque llevase una buena vida "de mayor", porque no engordara y porque me cuidara para que no me pasara lo mismo que a Mengano o a Zutano y porque llevara siempre bien cosidos los bajos de los pantalones, es imposible que no haya hecho acto de presencia a mi alrededor, que se haya mantenido en su segundo plano, en el Cielo, sin interferir, sin nada que decir, sin preocuparse por mi en definitiva.
Me dirá la Iglesia que está descansando, que después de toda su vida tiene derecho a hacerlo y a pasar olímpicamente de los que aquí quedan. Que les importamos un pimiento y que ahora ellos son plenamente felices, han alcanzado la plenitud, no están atados a nada. Quizá no ocurra como dice la Iglesia que ocurre. Fíjense ustedes dónde estarán los millones de almas que han vivido ya y que esperamos encontrarnos en la otra vida. Aquello debe ser horrible, peor que el Metro. Y sin duchas para asearse. Aunque solo fuera por huir de aquello, yo me bajaría a la Tierra un ratillo a dar el tostón a los de abajo. ¿Todos esos millones de personas van -vamos- a resucitar en cuerpo y alma?, ¿Dónde vamos a caber?, ¿Cómo nos vamos a organizar? Si el mundo, con los millones de habitantes que actualmente tiene es inhabitable, no quiero yo pensar en la vida del Paraíso. Tumultuoso Paraíso. Supuesto paraíso porque eso no va a ser vida.
Mentiría si dijera que no noto la presencia de mi abuela, pero es una presencia fugaz. Que puede ser ella o no ser, o sea, ser una cosa que no tenga nada que ver. Una ráfaga de aire, un movimiento extraño, un deslumbramiento, una idea que me surge de repente, una voz que surge de lo más profundo de mi ser, una idea, un "no hagas esto" interior, un "lánzate por aquello" igualmente interior. No sé si me explico. Pero me resulta insuficiente. Quizá todo sea muy simple y no se pueda comunicar de otra manera más que enviando ese tipo de señales, poniéndome cosas delante más o menos inesperadas, haciendo que me fije en cosas que pasan en principio de pasada o poniendo atención a que las perneras de los pantalones vayan siempre perfectas y no hagan bolsas.
Creo que eso que nos dice la Iglesia no puede ser tal. Si no, encuentro de género tonto que nuestros difuntos no se pasen a vernos por aquí, no nos hablen, no se comuniquen. ¡Con lo que se preocupaban y discutían con nosotros! Que al morir nos convirtamos en otra cosa, no digo que no. Yo creo que sí pero no sé en qué. Pero algo. Yo lo noto. Pero también noto que es algo diferente a lo que la Iglesia nos ha dicho.
Amigo no te empeñes en tratar de comprender tantos enigmas que nos han inculcado desde la Iglesia.
Tu pregunta es la de todos ! y la respuesta tambien la ignoramos todos !
Los que perdimos a nuestros seres queridos los encontramos siempre presente en nuestro corazon y desde el recuerdo.
Beso grande Amigo.
ËM¥ £Ï dijo...
10 de julio de 2011, 14:29
Jota, hace tiempo que la Iglesia y toda su doctrina me decepcionó brutalmente. No les dedico ni tiempo para cuestionar sus dogmas.
Pero sí sé que desde hace un par de años, noto, como dices tu, cosas que antes no me decían nada. Siento que ella cuida de mí.
Tu hablas de tu abuela que siempre te cuidó. Pero sabes que yo hablo de mi hija, y siento exactamente eso. En los momentos de desesperación, que los hay, algo ocurre y todo se suaviza.
Quiero creer que es ella.
Y no me imagino el otro mundo como el metro. Creo que no puedo ni imaginar como será.
A veces, me imagino a mi abuela con sus hijas (4) y con la mía, como si pasaran la tarde, haciendo dulces, o repartiéndonos a los de aquí, a ver a quién le toca cuidar de quién, y me imagino a mis sobrinas y a mi hermana, "acompañadas" de una de nuestras tías, o de mi madre, o de mi hija, como quien queda con una amiga, para hacer de canguro.
En fin, que ya ves que no eres el único que piensa en los que ya no están y no precisamente con lucidez. Pero oye, que consuela un rato.
Un besazo.
parkerazul dijo...
10 de julio de 2011, 16:12
Es un tema complicado, yo creo que vives de otra manera, estás aquí pero no te pueden ver.... lo que te digo es complicado.
La iglesia no se ha modernizado con lo que sus ideas son las de hace dos mil años. Ahora cada uno es libre de pensar lo que quiera con lo que tu abuela estará a tu lado si tu quieres que esté y estará viva siempre que no la olvides.
David dijo...
10 de julio de 2011, 19:25
La iglesia y yo claramente no nos llevamos bien, basicamente xq ellos siguen viviendo en la edad de piedra.
Ya sabes que yo soy de ciencias, por lo tanto, sino lo veo, no lo creo xD Es bastante simple a la par que eficaz.
Lo importante es lo que sabes, que te queria, que se preocupaba por ti... y lo que tienes, todos los recuerdos... lo demás a mi entender, es secundario.
Feliz semana! que estudies muxo! un muak.
nieves dijo...
10 de julio de 2011, 23:59
Yo también me hago muchas preguntas porque casi que llego a no entender nada, pero la verdad nunca la hallarás, por eso es mejor dejar de preguntarnos.
Ella está en tu corazón y siempre la encontrarás allí, háblale cuando la necesites porque seguro que te escucha.
Mi padre se fue en el momento que estábamos todos más felices, iba a conocer a su nieta, mi hija, y no pudo...se marchó cuando estaba embarazada de 6 meses. Hablaba de mi hija a cada momento y tenía todas las ilusiones puesta....por qué no lo retuvieron al menos unos meses más? Por qué se tuvo que marchar cuando más lo necesitaba?
No tengo respuesta.
Un beso y ánimo!!!
Princesa115 dijo...
11 de julio de 2011, 0:52
Hace mucho que no creo en ese supuesto paraíso, en otra vida sí, pero creo que lo más normal es que volvamos aquí después de un tiempo de digamos descanso, volveremos a repetir curso, es decir a repetir con las asignaturas que hemos suspendido en otra vida, eso sería la reencarnación, pero yo le encuentro mucha más lógica que tanta gente esperando años y años, tengo motivos para creer que existe otra vida, pero no es la que nos han contado, de eso si que estoy segura. Espero que sigas mejor. Besitos.
Pepi dijo...
11 de julio de 2011, 2:05
¡Quién te ha visto y quien te ve¡,con lo creyente que eras tu hace unos añitos y ahora casi ateo.
No es cuestión de lo que diga la iglesia o un cura, más bien es cosa de lo que tu crees y sientes y yo creo y siento,pero cada uno puede hacer lo que quiera.Al fin y al cabo no hay que pagar por creer que esa persona te ve y te ayuda y tu la sientes,y reconforta que no veas.
PD;¿ para qué quiere un alma o un espíritu asearse? yo tengo mi alma limpia y nunca la he restregado con esponja y gel,ajjajaj, un beso.
Unknown dijo...
12 de julio de 2011, 19:02
La Iglesia te inculca una serie de creencias que son de chiste.Yo tengo mi manera de pensar y he de decirte que seguro está muy cerca de tí,tan sólo has de mirarla con los ojos del alma.
Besos.
MORGANA dijo...
15 de julio de 2011, 18:47