LAS LÁGRIMAS DE JESÚS
Hace 17 horas
Yo no sé si seré yo que, aunque católico, tengo cierta gusto por criticar constructivamente todo lo criticable o si es que ahora la Iglesia se rige por nuevos usos que desconozco y que se apartan de lo que las mil veces cacareadas Sagradas Escrituras dicen.
Bueno, bien pensado, debemos decir que el comportamiento de la Iglesia y su jerarquía y el de las empresas patrocinadoras del evento que esta semana se está celebrando en Madrid no se atiene mucho al mensaje evangélico, ni a la moralidad. Y esa es una de las cosas que más chirrían. Que unos inmorales, véase el caso de los bancos y cajas de ahorros, paguen un acto religioso donde se proclama todo lo contrario.
Pero hay otra. Si nos fijamos, el Papa siempre está rodeado de jóvenes. Jóvenes que parece que están más bien ante el escenario de un concierto de Justin Bieber, ese niño que canta con voz de gato afónico. No hay más que verlos. Baja el Papa del avión, se pasea en su Papamóvil, se pasea por la calle Alcalá o llega al Vía Crucis y la gente se pone como loca. Ayer en el telediario pudimos observar a varias jóvenes sollozando, temblando o sin poder articular palabra después de que el Papamóvil pasara por delante durante medio segundo. Hoy, lo mismo. Y, además, monjas haciendo la ola. Que queda de lo más chic. Para que luego digan que la Iglesia no sabe adaptarse a los tiempos modernos y resulta que tenemos a las monjas más cachondas y divertidas del globo. Y algunas que no habían salido del convento desde que entraron en él, oiga, que ya tiene mérito ser tan dicharacheras.
O sea, se comportan como si en lugar de ser el Papa el que está pasando por delante de sus narices fuera Michael Jackson, Justin Bieber o cualquier otro. Es decir, podríamos decir que igual que los admiradores de éstos padecen de idolatría porque los convierten en su objeto de culto cuando en verdad se trata de personas tan limitadas, tan imperfectas, tan pecadoras, tan erráticas, tan desastrosas, etc., como cualquiera; los fans del Papa padecen de papolatría, pues les ocurre lo mismo, hacen con el Papa lo mismo que con Justin Bieber.
Lo estamos viendo en Madrid. Aparece y las masas se exaltan, se desmayan, se emocionan, lloran y hasta infartan. Luego, pasados los minutos, se tranquilizan y hasta, diría, importa poco todo lo que haga o venga después. El caso es desgañitarse, hacer la foto, que me mire el Papa. Y poco más. Lo de sacarle provecho espiritual al evento..., eso se queda en segundo plano o para Rita la cantaora. Se grita, de hecho, "esta es la juventud del Papa", no la de Jesucristo, que sería lo suyo, como si el Papa fuera una estrella de rock y tuviera sus fans.
Ello me hace recordar un artículo que leí hace un par de días, firmado por Juan José Tamayo, teólogo. En él refiere el siguiente pasaje del I libro de los Reyes sobre el profeta Elías:
"Tras 40 días y 40 noches vagando sin rumbo, el profeta llega al monte Horeb y entra en una gruta donde pasa la noche. Dios le pide que salga de la cueva y permanezca de pie en la montaña porque va a pasar Él. Primero, vino un viento fuerte e impetuoso, pero Dios no estaba en el viento. Luego pasó un terremoto, pero Dios tampoco estaba en el terremoto. A continuación, apareció un fuego, pero Dios no se encontraba en el fuego. Por fin llegó el susurro de una brisa suave y ahí sí se encontraba Dios" (1 Re 19, 9-14).
Y nos pregunta:
¿Se encontrará Dios en los actos de papolatría de la JMJ?
Bueno, bien pensado, debemos decir que el comportamiento de la Iglesia y su jerarquía y el de las empresas patrocinadoras del evento que esta semana se está celebrando en Madrid no se atiene mucho al mensaje evangélico, ni a la moralidad. Y esa es una de las cosas que más chirrían. Que unos inmorales, véase el caso de los bancos y cajas de ahorros, paguen un acto religioso donde se proclama todo lo contrario.
Pero hay otra. Si nos fijamos, el Papa siempre está rodeado de jóvenes. Jóvenes que parece que están más bien ante el escenario de un concierto de Justin Bieber, ese niño que canta con voz de gato afónico. No hay más que verlos. Baja el Papa del avión, se pasea en su Papamóvil, se pasea por la calle Alcalá o llega al Vía Crucis y la gente se pone como loca. Ayer en el telediario pudimos observar a varias jóvenes sollozando, temblando o sin poder articular palabra después de que el Papamóvil pasara por delante durante medio segundo. Hoy, lo mismo. Y, además, monjas haciendo la ola. Que queda de lo más chic. Para que luego digan que la Iglesia no sabe adaptarse a los tiempos modernos y resulta que tenemos a las monjas más cachondas y divertidas del globo. Y algunas que no habían salido del convento desde que entraron en él, oiga, que ya tiene mérito ser tan dicharacheras.
O sea, se comportan como si en lugar de ser el Papa el que está pasando por delante de sus narices fuera Michael Jackson, Justin Bieber o cualquier otro. Es decir, podríamos decir que igual que los admiradores de éstos padecen de idolatría porque los convierten en su objeto de culto cuando en verdad se trata de personas tan limitadas, tan imperfectas, tan pecadoras, tan erráticas, tan desastrosas, etc., como cualquiera; los fans del Papa padecen de papolatría, pues les ocurre lo mismo, hacen con el Papa lo mismo que con Justin Bieber.
Lo estamos viendo en Madrid. Aparece y las masas se exaltan, se desmayan, se emocionan, lloran y hasta infartan. Luego, pasados los minutos, se tranquilizan y hasta, diría, importa poco todo lo que haga o venga después. El caso es desgañitarse, hacer la foto, que me mire el Papa. Y poco más. Lo de sacarle provecho espiritual al evento..., eso se queda en segundo plano o para Rita la cantaora. Se grita, de hecho, "esta es la juventud del Papa", no la de Jesucristo, que sería lo suyo, como si el Papa fuera una estrella de rock y tuviera sus fans.
Ello me hace recordar un artículo que leí hace un par de días, firmado por Juan José Tamayo, teólogo. En él refiere el siguiente pasaje del I libro de los Reyes sobre el profeta Elías:
"Tras 40 días y 40 noches vagando sin rumbo, el profeta llega al monte Horeb y entra en una gruta donde pasa la noche. Dios le pide que salga de la cueva y permanezca de pie en la montaña porque va a pasar Él. Primero, vino un viento fuerte e impetuoso, pero Dios no estaba en el viento. Luego pasó un terremoto, pero Dios tampoco estaba en el terremoto. A continuación, apareció un fuego, pero Dios no se encontraba en el fuego. Por fin llegó el susurro de una brisa suave y ahí sí se encontraba Dios" (1 Re 19, 9-14).
Y nos pregunta:
¿Se encontrará Dios en los actos de papolatría de la JMJ?
8 guarrindongos tienen algo que decir:
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Pues imagínate lo emocionante que tiene que ser ver cualquier cosa que se salga de lo rutinario, llámese Papa,el rey Juan Carlos o los Mojinos Escozios.
La cuestión es hacer de todo una fiesta y después pasarse los valores y la moralidad por el forro de la chaqueta.
A mí no me hubiera importado que me hubieran mandado a Madrid de peregrina, así conozco al Papa y a tí,¡y mato dos pajáros de un tiro',jajajja
Unknown dijo...
19 de agosto de 2011, 22:12
No Dios no está ahí, de eso estoy completamente segura, ya sabes que soy creyente, pero en estas locuras no creo en nada, al contrario, temo de volverme atea, y te aseguro que ayer solo vi un poco en la pelu, mientras me cortaban el pelo, hoy no he visto nada, ahora miraré un 24 horas. Lo que si he visto es un vídeo de un periodista que agredieron por sacar fotos, mientras ellos le pegaban a una pareja, la cual al parecer no llevaba la mochila de estos locos, por lo cual podían ser locos peligrosos, y lo mejor era darle cuatro porrazos, me he quedado atontada. Te voy a dejar la dire por si quieres verlo, yo ya no entiendo nada. Buen fin de semana. Besitos.
http://africaalcor.blogspot.com/
Pepi dijo...
20 de agosto de 2011, 2:03
Y tu estabas invitado y lo rechazaste, anda queeeeee, ¿ves lo que te has perdido?
Estoy alucinada con las imágenes que veo, y creo que lo has definido muy bien, es Papolatría.
Dios y yo rompimos relaciones hace algún tiempo. Yo tenía mis motivos, el no lo sé. Y mientras que no se aclaré este asunto, pues no presentaré nuevas credenciales, pero te aseguro que en todo este evento, yo no lo he visto.
Pero es que es Agosto, es de entender, que el pobre Dios, también tiene derecho a vacaciones y estos papólatras no se han enterado.
Un beso grandote.
parkerazul dijo...
21 de agosto de 2011, 13:41
Respondiendo a tu pregunta final, no sé dónde se encuentra Dios, lo que sí sé es que existir, existe porque yo tengo un ángel en casa.
David dijo...
22 de agosto de 2011, 18:24
Yo creo que la gente va a éste tipo de actos a ligar, jaja, de verdad que yo al verlo en la tv sólo veía hormonas con patas en unos estados de excitación que no eran normales.
Para encontrar a Dios no creo que ese sea el lugar.
caperucitaferoz dijo...
25 de agosto de 2011, 8:45
Yo como ya sabras soy de ciencias xD y solo creo en lo que veo. Entiendo al que necesite creer que hay algo mas... a mi no me hace falta creer en nada superior, divino o extraordinario para vivir feliz.
Lo de la JMJ esa me toca muxo la moral, al igual que la monarquia y tantas otras cosas innecesarias que tiene España.. pero es lo que hay.
nieves dijo...
27 de agosto de 2011, 1:50
Jota Dios está en cada rincón del, planeta,está tras una piedra,en una sonrisa, en tu corazón.Eso es lo verdaderamente importante,lo demás chorradas.
Besos y gracias por tus palabras.
MORGANA dijo...
31 de agosto de 2011, 0:12
Ay juanito, que quieres que te diga que ya no sepas?, pues que no, que la iglesia no debe ser eso, que no esta idolatrar a un idiota señor papa, por muy papa que sea, que jesus es otra cosa, que el cristianimos es otra cosa, que esto esta fuera de contexto y que utilizan a la juventud de paises subdesarrollados para llenar el vacio que la iglesia ha dejado en los paises mas desarrollados, economicamente me explico, marketing, pues no se y que decirte, si quiero ver a mi hija haciendo la imbecil con el papa y bebiendo misas por un tubo o verla haciendo la imbecil y propio de su edad, que es divertirse y bailar con sus idolos, la verdad del ser es algo serio, y no se puede jugar con ello, siendo sobre todos jovenes, porque ellos si creén en la bondad del papa y la iglesia y les estan engañando, eso si que es un pecado, un abrazo juanito, soy amelia por si no sale por aqui, no se porque no sale mi nombre cuando comento,
amelia dijo...
1 de septiembre de 2011, 0:09