Solemos apegarnos a las cosas materiales. Ese es uno de los grandes errores que cometemos los humanos: encariñarnos de lo que nos rodea, resultándonos luego casi imposible desprendernos de ello.
Hace algo más de diez años, mis padres se compraron su segundo coche. El primero fue un Seat Málaga, comprado en 1987 y que vivió hasta doce años después. En 1999, con el Málaga a punto de autodestruirse por sí mismo muy a mi pesar de su dueño, mi padre, volvimos a repetir con la marca catalana y adquirimos un entonces flamante Seat Toledo. En octubre de 1998 empezó a comercializarse y, desde que vi aquel anuncio de Mayumaná, juré que ese coche debía ser nuestro. Me encantaron aquellas formas, aquel frontal, aquella presencia tan curiosa (e impactante) para lo que entonces era Seat.
Después de algunos meses de convencer, compramos el nuevo coche en mayo de 1999: 20 válvulas, 125 cavallos. Fue una muy buena adquisición porque, desde entonces, no nos ha dado ningún problema, ninguna avería, siempre yendo como un tiro. Eso me ratifica en que Seat es una buena marca, pues el Málaga también salió muy bueno. Y ya van diez años, a lo largo de los cuales nos ha llevado todos los veranos a Cartagena y a Torrevieja, pero también a Toledo, a Burgos, a Segovia, a Asturias, a Cataluña, a Galicia, a Castellón, a Cuenca, a Guadalajara y seguramente a algún sitio más que ahora mismo no recuerdo. Incluso, una de las primeras personas que se montaron en él ya no está con nosotros y en el primer viaje que hicimos con él tuvimos la oportunidad de "estrenarlo" con un accidente sin importancia en la A-3, a la altura de Tarancón, menudo susto.
Esta vez el Toledo no se va a jubilar. Va a ser heredado por nosotros, que tratamos de aprender a conducir. Entre tanto, damos la bienvenida al Volkswagen Passat, capricho de mi querido padre, sin saber dónde nos llevará, si saldrá bueno o no, qué experiencias nos tocará vivir con y en él, hasta cuándo y si podremos contarlo, que espero que sí. En fin, Dios proveerá.
Saludos a todos.
Bueno bueno ... JotaeFe, que decirte sobre lo que da de si un coche ... yo hace unos años que compre un Mercedes clk pero como me muevo en mi ciudad menos que el caballo de un fotografoooo se llevo el coche mi hermana pequeña .... ainssss
Saludos JotaeFe !!!!!!!
Fete dijo...
23 de septiembre de 2009, 1:29
Sobre otras marcas no puedo hablarte.. sobre Seat, he tenido la suerte de trabajar para ellos en control de calidad, a lo que he de decir que tienen un nivel altísimo para lo que son primeras marcas, que también fabricaban para Volskwagen, Audi o Skoda y que sin duda, menos para esta última marca ( la de mi coche precisamente ) todo era material de primera estrictamente revisado... entonces, a lo que iba.. a no ser que sea por otro tipo de fallo, el Passat durará igual o más que vuestros Seat.
Qué rollazo te he soltado para nada jajaj
Tienes razón, se crean apegos a las cosas materiales, aunque si a mi me cambian mi coche por uno nuevo..como que no me lo pienso :P
Muaks!
una más... dijo...
23 de septiembre de 2009, 9:24
jejeje, si es que los coches se recuerdan como parte de la familia. Yo el que recuerdo con más cariño fue el primero, un renault cinco amarillo que tenía el pobre más años que el tomate. Ahh, que buenos momentos pasé con él, jeje
Un abrazote, y a conducir se ha dicho¡¡
Sinuhe dijo...
23 de septiembre de 2009, 10:28
Para mi como mi Seat 850, no hubo otro coche, era precioso, chiquito, blanco, tapizado en rojo, como le quise, le cuidaba como a uno más de la familia. Después de ese, al siguiente, un Citroen, llamado tiburón, me sentó como un tiro, que tirria le tuve, me gustan los coches pequeños, que se puedan aparcar en lugares pequeños, los grandes no me gustan, el último fue un Fiat, tampoco me hizo tilín, ahora no quiero saber nada de coches, mis nervios no están para eso y mucho menos cuando la ciudad está llena de rotondas. Te deseo mucha suerte detrás del volante, si eres prudente, seguro que la tendrás. Besitos.
Pepi dijo...
24 de septiembre de 2009, 0:26
No es que uno se apegue a las cosas amteiales,¡es qué no se que hubiera sido de mí sin coche¡, me da independencia,comodidad y tiempo para poder hacer otras cosas.Yo,como Scotch Brite, ya no puedo estar sin él.Saludos de Leo.
Anónimo dijo...
24 de septiembre de 2009, 0:44