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Hay gente que es obstinada y pertinaz hasta decir basta y que no reconocen que han cometido un error ni regalándolese billetes de 500 euros a pares. Y un ejemplo de ello lo constituye el señor que nos ha dado el fin de semana a todos los españoles por su temeridad al volante.

Resulta que hoy le han condenado a estar diez meses sin poder conducir -sin carnet, vaya-, a pagar una multa de 1.800 euros y a seis meses de trabajo en beneficio de la comunidad. A pesar de asumir esta condena, de decir hace un par de días que bebió -aunque poco, pero algo- en una cena con amigos y de dar 0,87 miligramos de alcohol por aire espirado en el control de alcoholemia que se le practicó, nos ha dicho que él no iba bebido. Imaginaciones de la Guardia Civil y de los conductores de la M-40, supongo. O quizá es que ellos sí iban bebidos. Y por eso mismo, porque no iba bebido, no tiene que pedir perdón. Que lo pidan, es de suponer, las farmacéuticas, que hacen medicamentos que reaccionan malamente con el alcohol, oh, pobre víctima de la sociedad.

Pinchando aquí, podrán ustedes acceder a tres vídeos de la página Web de Antena 3 Noticias, una entrevista que Albert Castrillón le hizo al personaje ayer domingo, así como pueden leer un resumen de la misma, de la cual hemos entresacado algunos fragmentos entrecomillados. Vean los vídeos. Reconoce no haber leído o escuchado lo que se ha dicho sobre él estos días; que no piensa dimitir, más bien al contrario pretende dar clases de ética a los demás; que llamó a Esperanza Aguirre, nuestra ínclita presidenta, y que ésta pasó olímpicamente de él -lo cual también dice mucho de cómo se toman las cosas serias en esta Comunidad Autónoma los responsables públicos-, que es éticamente intachable y que como mucho dirá que le cesen, pero que no dimitirá nunca. Así lo dice, sin sonrojarse siquiera:

"Que me cese. Soy éticamente intachable y no he transgredido la ética, por tanto, no dimito, ni voy a dimitir".

Y que le estaría muy agradecido a Esperanza Aguirre en el caso de que le quitara del puesto porque está "hasta el gorro de cosas que son indignantes y una basura" y de lo que califica como "montaje de cabo a rabo". Resulta que no ha hecho nada, "ni he robado, ni he mentido, ni he asaltado la legalidad", que solo ha dado una tasa de alcoholemia "en unas condiciones terribles de medicación". Como si las pastillas fueran hechas con Licor 43... Que se manifiesta tan crítico e insultante con los políticos, casualmente todos socialistas, porque no es Mónica Lebinsky, solemne gilipollez y, por tanto, no está casado con nadie. No pertenece a la clase política, sino a la sociedad civil y puede criticar sin paños calientes a quien se le ponga en el palo mayor. Y que se alegra de que le condenen, de que le multen y de que no le dejen conducir con tal de volver a su vida normal, dejar de ser tan criticado y poder tomarse las copas que le de la gana cuando le apetezca. Pero, un momento, ¿eso no está contraindicado con su medicación?

Este hombre, que como siga repitiendo lo de la basura se va a terminar pareciendo a la bruja Lola y sus velas negras, me deja abrumado. Dice que le da vergüenza vivir en España pero más vergüenza me da a mí tener que leer y escuchar este tipo de cosas, que no se pida perdón por una falta tan grave y que, encima, se trate a los ciudadanos con altanería, como si fuésemos tontos del culo. ¿Si hubiese habido víctimas, a quién habría que reclamar? ¿Al médico que le recetó la medicina, a la industria farmacéutica? Venga, hombre..., un poquito de por favor. Que parezca, aunque solo por una vez, que no estamos en España. Por honor, debería haber dimitido. La lástima, aunque es lo más común en este país de mierda, es que no lo vamos a tener que aguantar más no porque comprenda que se tiene que ir, sino porque el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha anulado la institución que preside. Dicen que para ahorrar. A ver si así, al menos, aunque ahondemos en nuestra desconfianza y animadversión hacia nuestros políticos y representantes públicos -no sé de qué se quejan, si nos dan motivos todos los días- tenemos un cargo menos al que escuchar tonterías.

7 guarrindongos tienen algo que decir:

Mi madre decía q el tiempo lo pone todo en su lugar. Y las madres suelen tener razón. :)

Besicos.

6 de septiembre de 2010, 21:02  

Esas cosas me dan vergüenza y algo de asco...tantas memeces. Es qué estamos locos???

Besos

7 de septiembre de 2010, 1:13  

Ya no chilla tanto el impresentable señor este.
Y es que al pobre se lo han preparado así... todo un montaje...
En fín, a ver si deja de aparecer en los medios democráticos y que si quiere decir algo se vaya a la emisora del torito.

Un abrazo.

7 de septiembre de 2010, 19:05  

Lo que más me jode es que en su día yo fui uno de los que le encumbró, para mi ha caído en picado, no de ahora ya hace tiempo, pero con esta historia ya es un impresentable.

7 de septiembre de 2010, 19:17  

No había visto tu comentario en mi anterior entrada.

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7 de septiembre de 2010, 19:34  

Gracias David, ya está hecho¡¡

Y a todos los demás, muchas gracias por comentar y mantener este blog vivo en su casi primer aniversario. Ya lo celebraremos, jeje.

besos y abrazos¡

8 de septiembre de 2010, 0:59  

Aunque yo alabé su comportamiento, la cara de este señor (señor por llamarle de alguna forma) no me gustó nada. Esta persona no sabe lo que significa la palabra dignidad, de saberlo, lo primero que hubiese hecho es dimitir. A veces me da rabia de vivir en este mundo de locos. Un beso guapo, ya ando otra vez por aquí.

9 de septiembre de 2010, 18:33  

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