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Alcoholismos.

El hombre que opina que en España no hay libertad política:



Que públicamente insulta a y se mofa de Presidentes y ex Presidentes del Gobierno de la Nación y a las hijas de éstos, a Presidentes de Comunidades Autónomas y a ministros e, incluso, a Presidentes de otros países:











Que quiere una pistola:



Y que se avergüenza de ser español y del funcionamiento de la justicia y que ha prometido largarse de aquí:



Es profesor de Derecho en la Universidad española, lo cual ya de por sí es muy revelador, y ha sido "cazado" triplicando la tasa de alcohol permitida al volante mientras circulaba por la M-40.

Y, sin mayor problema, nos lo ha contado a todos los españoles a través de los medios. Y nos ha dicho que bebió media copa de vino y un licor lo cual, unido a que no comió mucho con sus amigos y a que toma un medicamento para evitar ataques epilépticos, le hizo reacción con el alcohol, le llevó a conducir haciendo eses, a hacer que los demás usuarios de la vía tuviesen que frenar y esquivarle y a casi darse una castaña con un camión. Así lo explica él mismo, según cuenta el diario Público:

"No puedo tomar una copa porque tomo un medicamento desde el año pasado, que me intervinieron con una craneoplastia y al tapar el cráneo cambia la presión dentro del cerebro y tengo que tomar un medicamento que evita convulsiones o un ataque epiléptico. Es incompatible con el alcohol".

Pero, aun así, sabiéndose aparentemente la teoría a la perfección, bebió, cogió el coche y empezó a encontrarse mal. Suerte que por allí pasaba un Policía Nacional fuera de servicio que pudo avisar al 062 de los extraños movimientos que estaba haciendo un vehículo en dicha autopista de circunvalación.

Y es que, según su propio testimonio, el pobre se estaba encontrando fatal. Le pararon, se puso violento contra los Policías que viendo sus "síntomas evidentes de alcoholemia", dicidieron practicarle la pertinente prueba, que dio positivo.

Y, ya para descojonarnos, tenemos que leer lo que sigue:

"Menos mal que se fijó un policía que no tenía una conducción normal. Menos mal, porque si no hubiera habido una desgracia, comentó Neira, quien dijo que se sentía completamente fatal al volante y no tenía buena visión. Afortunadamente este Policía llamó al Samur y a la Guardia Civil, me hicieron la prueba del alcohol y me dieron una gran alegría al decirme lo que tenía de alcohol, porque por lo menos esto tenía una explicación, dijo".

Lo que hay que hacer, querido mío, es no beber cuando se va a coger un coche. Y dejarse de rollos macarenos, de medicamentos y de excusas absurdas.

Este hombre, convertido en héroe contra la violencia de género y, para más señas, en Presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, parece no darse cuenta de que conducir en ese estado es otra forma gravísima de violencia porque de esa conducta temeraria puede llegar a depender la vida de los demás conductores. A la sazón, inocentes usuarios de las carreteras que, sin comerlo ni beberlo, se ven involucrados en un accidente del que jamás podrán olvidarse por las secuelas físicas que les ha dejado o que les llevará a la muerte, rompiendo sus familias y matando de dolor a sus seres queridos que se quedan llorando su ausencia. Y esto último, querido señor, es irremediable, no tiene solución, ni vuelta atrás.

Sería de recibo, aunque en España eso es una rareza que, en virtud de la responsabilidad pública que ejerce este señor en la Comunidad de Madrid, dejase el puesto para que fuese ocupado por otra persona más adecuada. Por responsabilidad y por honor. Por otra persona que, consciente de su responsabilidad pública, diese con su conducta buen ejemplo al resto de los ciudadanos.

En cualquier caso, es de esperar que reciba un castigo ejemplar que no le haga otra vez sentir vergüenza del país en que vive, ni nos la haga sentir a nosotros.

Por el bien de todos y por su propia imagen, ¡dimita, por favor!


N. B.: Entrada basada en la información del diario Público, cuyo enlace puse más arriba. Huelga decir que de los vídeos publicados en esta entrada solo me interesan los mensajes de este personaje, no los textos que se pueden leer en ellos y que, supongo, habrán sido añadidos por los autores de dichos vídeos con los que no tengo nada que ver.

3 guarrindongos tienen algo que decir:

Pues totalmente de acuerdo en que dimita este señor que se hizo con la bandera de la lucha contra la violencia de género y que ahora tiene la cara dura de decirnos que todo era por media copa de vino ya que no puede beber más.

Pues señor mío!!!! No beba porque podría haber matado a alguien que se hubiera cruzado en su camino, así que ahora que pague con todas las de la ley.

4 de septiembre de 2010, 19:04  

Es un sinvergüenza o se quedó mal de la paliza que recibió... ya te digo, y como no quiero ser como él no añadiré que igual se quedó corto y debió darle más fuerte.

Duro post pero me he visto todos los videos y es que pueda decir eso de Felipe Gonzalez me cabrea, y que sea el profesor de Universidad mucho más. Menudo, y a este seguro que no le cabrea que se lo digan por que lo és... FACHA, una persona que habla así, tiene que serlo. Pobres alumnos. Yo estaba en la universidad en los tiempos de Felipe, y los únicos que daban mal por allí era la estrema derecha, que estudiaba precisamente Derecho y que iban conmigo algunos a clases, que en las épocas de manifestaciones iban con bates a clase y arrancaban descaradamente los carteles de las manifestaciones y si alguien les recriminaba, castañazo.
Ese borracho que dimita pero ya... y que se quede en intereconomía para que lo vean los de su especie....

Un abrazo amigo.

4 de septiembre de 2010, 19:40  

Bien clarito lo dices. Que no haya dudas.
El Señor este, tan leído el debería leerse los prospectos. Hay medicinas que no permiten conducir en sí mismas, como pueden ser la de la epilepsia, que es lo que dice el que toma.
Si a eso le añade simplemente el olorcillo de una copa, que no digo ya un traguito, se convierte en un arma de matar al volante. Así que ¿qué está diciendo?
Y dimitir, este es de los de "sillón de mis entretelas, mi despachito oficial...".
Qué triste, y qué he suerte hemos tenido los que pisamos la M40 con no encontrárnosle.
Bien, Jota. Me ha gustado.

12 de septiembre de 2010, 0:21  

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