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Lo vi por primera vez en octubre de 1998, recién llegado de la playa y recién empezado el curso escolar. Lo recuerdo como si fuera ayer, creo que el canal que estaba en la televisión del salón, la única que teníamos entonces, era Telemadrid. Era de noche, estábamos cenando o terminando de cenar.



Y, de repente, empiezo a oír unos ruidos que parecían música pero que distaban de ser la música convencional y melódica a la que estamos acostumbrados. Y me quedé embobado. Me llamó la atención el anuncio y no digamos el artículo que se anunciaba. Desde luego que hace honor al título del anuncio: "Nuevo Seat Toledo. Nacido para seducir".


Me quedé alucionado cuando se acabó el anuncio. ¡Qué bonito!, dije. E intenté, en los días posteriores, que mis padres lo vieran detenidamente. Quería que se lo compraran. Y se lo compraron siete meses después. Fíjense cómo sería que hice a mi padre ir al concesionario que tiene aquí la marca a preguntar, a verlo y a que nos dieran algún folleto. Allá que fuimos los dos. Y yo tan ilusionado, como si fuese mío. Nos dieron un cuadernillo a todo color con vistas cenitales, frontales, de lado y por detrás y no me privaba pasando las hojas, imaginándome dentro. Ya tenía elegido el color y todo. Recuerdo hasta al hombre del seguro diciéndonos que él tenía un BMW o un Mercedes, no recuerdo bien, pero que le gustaban más las líneas del nuevo Toledo.

Me pareció tan bonito como un coche de alta gama, una renovación total de la marca SEAT, que hasta entonces había fabricado automóviles de aspecto espartano. Muy buenos, por regla general, pero que parecían duros y poco confortables. Hasta un motor V5 de no recuerdo cuántos cientos de cavallos, dos motores diésel de 90 y 110, otro de gasolina 1.8 20 V, una versión sport y alguna otra más baja y asequible. Climatronic, cuatro airbags, navegador de a bordo, retrovisores calefactables y eléctricos, elevalunas en las cuatro puertas, un pedazo de maletero, ABS, EDS y demás letras del abecedario. Para mí, el más bonito de la gama Toledo, incluso del Toledo actual que es precisamente el que menos me gusta de la marca, vaya por Dios, dirán ustedes.


Ocurre que mi familia ha estado abonada a la marca desde los tiempos de mis abuelos. Mi abuelo materno condujo un 600 y, después, un 850 coupé. En 1987, mi padre adquirió un Seat Málaga que duró doce años, concretamente hasta que lo llevó a un taller de por aquí y no sé qué demonios le hicieron pero se lo cargaron, hubo que llevarlo al desguace después de dos o tres inviernos que se tiró sin arrancar.

Lo cambiamos por un Seat Toledo como el del anuncio en mayo de 1999, que sigue con nosotros haciéndonos el mejor de los servicios, ha salido bueno, robusto y brioso. Una buena compra. El caso es que le tengo un cariño especial que no sé si será porque es el que conduzco, con el que estoy aprendiendo a conducir sin haberle hecho todavía ningún rasguño. Va como la seda. O porque fue el primer coche que me impactó de verdad en mis tiempos de imberbe adolescente, el primero que me gustó y que quise tener con todas mis ansias. Uno de sus anuncios de mi vida.

Y esta entrada chorra la escribo porque ese anuncio lo retiraron muy pronto. Lo dejé de ver y resulta que mi hermana lo encontró ayer en YouTube. Me alegré de verlo otra vez, me trajo buenos recuerdos de cuanto conseguí convencer a mis padres para que se lo compraran, y lo enlazo aquí para tenerlo más a mano.

PD: Por cierto, mi hermana fue a Zaragoza hace un par de semanas. Y allí se encontró con el coche anterior al que se compraron mis padres hace casi un año, o sea, el que tiene el número de matrícula anterior. Resulta que está en Zaragoza, es un Toyota Avensis y hasta le sacó una fotografía a la matrícula para dejar testimonio del hecho. Antes, con las matrículas antiguas, era de suponer que el coche anterior y posterior al tuyo estaba en la misma comunidad autónoma aunque nunca te lo cruzases. Ahora, con esas matrículas modernas que no entiendo, lo confieso, el coche anterior o posterior al nuestro puede estar en Madrid, en Zaragoza o en Valdemorillo del Moncayo. Ahora falta localizar el posterior. Ya ven, una simple curiosidad.

6 guarrindongos tienen algo que decir:

Pues lo verás como una chorrada, pero me gustó la entrada y más que nada porque pienso que esos recuerdos del pasado siempre quedan en nuestras mentes...es más, a las cosas, a los objetos que forman parte de nuestra historia hay que tenerles un cariño y eso es lo que demuestras en tu post.

Besos

11 de agosto de 2010, 23:33  

Si es que todo lo bueno se viene para Zaragoza.
Espero que tu hermana disfrutase de mi ciudad y de sus gentes.
En cuanto a los coches me encantan, aparte de que para mí es una necesidad.
Muy buena entrada.
Un beso.

13 de agosto de 2010, 13:23  

Mi primer coche fue un Seat 850, era blanco con un tapizado rojo, para mí era como si llevara un Audi, (digo esta marca, porque es la única que me llama la atención) entiendo tu entrada, porque la marca Seat me trae buenos recuerdos, y el primer coche, al igual que el primer beso, no se olvida nunca. Buen fin de semana.Besitos.

13 de agosto de 2010, 22:10  

No me extraña que te guste. Ese anuncio es muy bueno. No creo que te costase mucho convencer a tus padres. En aquel momento era de lo mejor.
Esa querencia que dices tu por la marca es bastante frecuente, pero no es mi caso.
A mí me puede enganchar un coche pero en sí mismo, independientemente del fabricante.
Pero ¿conoces el Seat 1.500? es que ese fue mi primer coche. Con 19 años, aquel tanque... qué valor le echamos mi padre que me lo dio y yo que no me asusté.
Luego un 850 coupé de quinta mano, ¡cómo me gustaba!
Ahora es un Laguna azul, precioso. Entremedias han habido otros. He disfrutado todos.
Pero no dices ninguna tontería. Curiosa entrada, sí.

Besos

14 de agosto de 2010, 23:37  

Mi primer coche fue un citroen gs que venía de las manos de mi hermano, que recuerdos!!!!

Lo que a vosotros con Seat a mí me pasó con Renault, después del Citroen GS empecé con la marca del rombo y con ellos he estado durante 20 años.

15 de agosto de 2010, 20:22  

Te contratan en la seat... vamos, seguro... jajajjaj.
Yo primero tube un simca1000 luego un seat850, después un ford scort, despues un renault scenic para pasar a un toyota yaris y ahora voy por el peugeot 207... ya ves, yo no repito... jajajja.
Tenias que haber puesto la matrícula por si aparecía el posterior por la blogosfera, quien sabe, esto es todo un mundo.

Un abrazo.

16 de agosto de 2010, 0:25  

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