Espero que hayan pasado ustedes una buena Nochebuena -valga la redundancia- y también un buen día de Navidad. Por lo que a mí respecta no me encuentro muy bien. A pesar de que no he salido de noche ninguno de los dos días, ni me he pegado atracones de comidas y cenas, me siento terriblemente cansado, agotado. No sé por qué será, quizá sea el hierro, que lo vuelvo a tener bajísimo. Yo, por si acaso, he empezado a tomarme las pastillas según me dijo el médico -soy talasémico, para mi desgracia- y el día 30 ya le consultaré a mi doctor. Ese día, por cierto, iré a recoger los resultados del dramático análisis de sangre que os conté hace unas cuantas entradas.
Pero hoy estoy escribiendo aquí porque les quiero contar cómo pasé la Nochebuena en nuestra Comunidad de Vecinos; que ya saben ustedes que está ajetreada la cosa. Amaneció el día tan tranquilo hasta que a media tarde todos pudimos oír un enorme estruendo por el patio interior -el de tender-. Era como si se hubiese caído un muro. Acto seguido, la gente se asomó por sus ventanales e, ignorando lo que había pasado de veras y con un gran susto en sus cuerpos, se formó un jaleo de considerables dimensiones:
-"¿Qué ha sido eso?"
-"¿Están todos bien?, ¿Hay heridos?"
-"¡Una explosión de gas!, ¡Seguro que ha sido una explosión de gas!, ¡Socorro!"
Pero al mirar hacia abajo, pudimos observar a la dueña del Bajo -la que ha denunciado a la Comunidad por no sé qué- mirando hacia arriba -sin que cayeran judías, como decía aquella canción infantil-. La pobrecica confirmó que había sido ella:
-"He sido yo. El petardo lo he tirado yo porque es Nochebuena y porque me dio la gana".
A lo que los vecinos, casi al unísono, le respondían más o menos lo mismo pero versionado de formas diferentes, cada uno acorde con su refinado estilo:
-"¡Vete a la mierda!"
-"¡Te podías meter el petardito por el Cho... para que te lo calientes o vete a tirarlos a la puta calle!".
Y ella, por supuesto, respondiendo ufana a todos los ataques que los incomprensibles vecinos le lanzaban. Yo solo espero que el lunes no nos vaya a poner más denuncias por decirle lo que tiene que hacer con los petardos...
La gente, tranquilizada, cerró sus ventanas y retornó a la paz navideña y familiar de cada hogar. Pero en esto que pasa el tiempo y llegan las 20.56 horas de la tarde. De repente, escuchamos que la pobre señora ha salido a cantar al portal, a grito pelado y con notoria alegría, la siguiente pieza musical:
-La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar; porque no tiene, porque le faltan las dos pa...
BBBBBBBBRRRRRRRRUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMM.
Otro petardazo repentino. Esta vez dentro del portal y, por tanto, se sintió mucho más fuerte. Yo, que iba de la cocina a mi habitación, por poco no me ví del bote que pegué incrustado en la pared del bloque de pisos de enfrente. Pegó un zambombazo de tales dimensiones que no se me salió el corazón por la boca porque la tenía cerrada. Por un momento, pensé que el edificio se nos venía abajo, que íbamos a morir y, encima, sin asistencia espiritual. No podía ser otro petardo, parecía una bomba. Yo ya me imaginé los pisos de abajo incendiados, a sus propietarios desesperados saltando por las ventanas y a nosotros, los de arriba, esperando la llegada de los Bomberos que nos librarían de morir pasto de las llamas.
Y, a todo esto, suena el teléfono. Lo cogí para advertir de que se habían equivocado, o sea, que no estaban al habla con la redacción del diario Gara o de la cadena Al Yashira para atribuirse el atentado terrorista, pero me equivoqué. Resultó ser la anciana del primero que, asustada por el ruído de los "explosivos" y viendo peligrar los cristales de su casa, me comentaba que había decidido llamar a la Policía para contarles lo que estaba ocurriendo en nuestro portal y que ellos le habían dicho que se iban a personar para poner orden. Y para un día que me pillan sin pijama resulta que no suben aquí. Es más, no sé siquiera si llegaron a venir.
Lo que prometía convertirse en la mejor de las Nochebuenas kosovares se quedó en nada: ya no hubo más petardos, ni se supo nada de la Policía. Lo que sí quedó claro es que a nuestra graciosa vecina le gustan los petardos. No sabemos si de marihuana o hachís, pero el caso es que de algo de eso debe tratarse porque esto ya se sale hasta de lo raro. Como ven, en esta Comunidad no nos regimos por lo dispuesto en la Ley de Propiedad Horizontal, ni en las Normas de Régimen Interior, sino por la mismísima Ley de la Selva.
Imagen: Taringa.net
Como te toque en suerte un vecino cabrón, mal asunto. Hay gente q ha tenido q cambiar de vivienda por eso, no es por desanimar.
En fin, cuida ese hierro y sigue celebrando la Navidad o lo q sea, pero tú sige la fiesta ;)
Un besico.
Sara Royo dijo...
26 de diciembre de 2009, 22:28
Pero no me queda todo claro del todo... ¿No sereis vosotros un poquito ...?
Bueno, bueno.
Saludos del abogado del Diablo.
Jajaajajaajaa
Fete dijo...
26 de diciembre de 2009, 23:59
Yo el año próximo me voy a tu casa a celebrar la nochebuena, ¡vaya caña de vecinos tienes!.
Besinos y ya contaras como se da la nochevieja, eso tiene que ser lo mas!!.
FABIA dijo...
27 de diciembre de 2009, 1:43
jaja joder con la superabuela, será la abuela de Chuky?
Eso no tiene precio, no me digas?!
jajajajaja
Ánimo, quien dijo miedo???
Muakas!
una más... dijo...
27 de diciembre de 2009, 3:12
SARA
Yo no sé cómo acabará esto, pero sí es verdad que cuando empiezan a pasar este tipo de cosas en una vecindad no pueden acabar bien. Se retira la palabra, el saludo y los habrá que se tendrán que ir si no quieren vivir con todos en su contra. Pero bueno, ellos sabrán¡
Besos.
JotaEfe dijo...
27 de diciembre de 2009, 13:50
FETE
Un poquito qué? jejejje, nosotros no somos nada, jaja, yo solo cuento lo que veo y lo que pasa. Faltaría plus, jajaja.
Abrazos, diablo¡
JotaEfe dijo...
27 de diciembre de 2009, 13:51
FABIA
Pues sí, miedo me da solo de pensar en la Nochevieja. Quizá no pase nada después de todo, pero no sé, no sería lo normal dada la situación, jejeje.
Besos.
JotaEfe dijo...
27 de diciembre de 2009, 13:52
UNA MÁS
Nadie tiene miedo, jajaja. Ya lo único que faltan son las cuchilladas y las emboscadas en los rellanos, jajaja. QUizá eso es que lo deja para el día de Nochevieja y Año Nuevo, jajaja.
Besos¡¡
JotaEfe dijo...
27 de diciembre de 2009, 13:53
Lo que no te pase a ti, pichón. ¡Estás curtido en mil guerras! Claro, es lo que tiene Kosovo.
Si sales a la calle en Nochevieja, ¡sal con casco! No sea que esta mujer vuelva a hacer de las suyas...
Un besazo.
eme dijo...
27 de diciembre de 2009, 14:33
EME
Sí, ya ves, no hay cosa que no me haya pasado. Y si la hay, no me interesa que me toque, jajaja, aunque no te preocupes que me tocará.
Saldré con casco, chaleco anti-balas, bazoca y granadas de mano, que la cosa aquí está muy malamente, jajaj. Besos¡¡¡
JotaEfe dijo...
27 de diciembre de 2009, 21:13
Jajajajajaja, de verdad creo que puedes escribir un libro: "Historias de esa comunidad".
Felices fiestas
Besossssssssssss
Nefertiti dijo...
28 de diciembre de 2009, 22:00
NEFERTITI
Sí, daría para un libro y una serie de televisión, jaja.
Igualmente, felices fiestas y que salgas bien del 2009 y entres al 2010 mucho mejor. Besos¡
JotaEfe dijo...
28 de diciembre de 2009, 23:36