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Felicidad.

Es una suerte, créanme, vivir cerca del campo, de un Parque Natural, de un río o algún lugar por el estilo y hacer una escapadita de vez en cuando en plan pic-nic.

Ponerse en contacto con la naturaleza, los arbolitos, el bosque, el agua del río bajando fresca, el olor a tomillo y romero y las barquitas amarradas a un pequeño muelle de tablas de madera. Unas fotos estupendas porque, además, el día nos acompañó y salió el sol. Y como yo digo, si no sale el sol, se pinta y se acabó. Como les digo, no hace mucho tiempo que unos amigos y yo allá nos fuimos, al campo. Disfrutamos como niños. Pertrechados con nuestras mochilas, sin coches, algunos con bicicletas, pero todos sin agobios y sin sentir la presión de las obligaciones diarias. Que para eso se va a estos sitios, a mandarlo todo a freír espárragos. Cargados solo con la mejor de nuestras sonrisas, llenos de energía, unas tortillas y unos filetes -que a nosotros no nos gusta comer mierda y luego tener que vomitarla a modo de lavativa- y algunos juegos. Hasta madrugamos para empezar el día.

Un día delicioso. Sin calor. Cigüeñas sobrevolándonos y nosotros admirando su vuelo. ¡En noviembre y con cigüeñas! De repente, vemos una bandada de patos que aterrizaron en el río, casi en el centro de una laguna grande. Y, poco después, un grupo de pajarracos negros, más feos que el demonio, saliendo de sus escondites arbóreos. Estaban oteando, vigilándonos, curioseando pero sin decir nada. De hecho, yo no me di cuenta de que estaban ahí porque pasaban desapercibidos. Quizá de allí procedían algunos terribles graznidos de vez en cuando pero, como les dije a mis acompañantes, eso no afea para nada el paisaje general. Todo verde y, al fondo, un montículo del Cretácico. Que me lo dijo un día un profesor de Geología. Eso sí, el árbol estaba perdidito de sus cagadas. Me sorprendió que haya animales como estos, que no cuidan ni su nido, ni están atentos a no ensuciarle la casa al vecino. Allí todos se cagan unos encima de otros y Santas Pascuas, menuda marranada. Viven entre detritus, qué espanto.

Lo que más me gustó fue cuando vimos que los patos empezaban a alejarse, algo pasaba por debajo de ellos, en el agua. Algo que parecía una nube gris se vislumbraba difícilmente a través del agua. Nos acercamos. En efecto, hipótesis confirmada. Se trataba de un grupo de japutas y sus hijitos. O por lo menos, aquí las llaman así. En mi tierra a esos peces los llaman de otra manera pero me gusta más el nombre indígena. Japutas. Las hay en pescaderías, créanme que existen. Hechas con picadillo están riquísimas. El caso es que los peces estos tampoco llevaban orden, nadaban sin control, chapoteaban sin parar y se molestaban los unos a los otros. Y al igual que salieron a superficie, volvieron al fondo y nunca más se supo de ellos. ¡Qué capacidad de respirar bajo el agua!

Fue lo que más me llamó la atención, el comportamiento de especies tan diferentes. Y como se pueden imaginar, mil fotos que hicimos. Admito que no soy muy forofo del campo pero éste fue un día maravilloso. Además, me harté a arrancar ramas de romero, que me encanta, para ponerlas en tarros por toda mi casa y hacer que todo huela a limpio siempre. También cogí un poco de lavanda para los cuartos de baño y albahaca para la cocina. Porque no hay nada mejor que rodearse de buenos olores, que dicen que traen buenas vibraciones.

21 guarrindongos tienen algo que decir:

Hola Jota
No hay nada mejor como La Naturaleza para calmar los nervios, encontrar paz y dejar a un lado los problemas.
Me encanta caminar por el campo, ver esos pajarillos piando y otras muchas clases de animales.
Pero siempre estamosm metidos en la urbe, con esa contaminación que tiene, con esas prisas y es un agobio.
Mira, me están entrando ganas de ir al campo, aunque ahora debe estar para ello, vamos que me pondría de fango hasta la rodillas.
La Naturaleza es sabia y entre los animales ellos se entienden, esos patos saldrían huyendo de la hijaputas, esos pececillos veloces.
Por aquí también se llaman así.
Bueno pues me voy a trabajar ya que tú no vas por mi...ejem, ejem.

Mil besos de colores y un paquetito de pipas para el camino.

10 de diciembre de 2010, 17:10  

Jota, no me acuerdo de si te he comentado, jajajajaja. Que mal anda esta cabeza, ¿no?
Besossssssssss

10 de diciembre de 2010, 18:36  

PRINCESA.

Pues sí. Cualquier cosa, el campo, una vía verde, un cañada, una laguna, lo que sea. Todo eso viene bien para desconectar un poco, alejarse de las obligaciones y volver nuevo a la misma rutina de siempre.

Y creo que nosotros los humanos tenemos que imitar a los patos, jajajaja, hay que salir corriendo cuando aparece una japuta, jajajaja. Vamos, jaja, haciendo fú como el gato, no te digo más! En el fondo, ahí nos parecemos a los patos, jajaja.
Muchos besos!!

10 de diciembre de 2010, 19:17  

NEFERTITI.

Pues me temo que en esta entrada no. En al anterior, sí. Ayer, creo. Pero en esta no.
Si es que es normal..., eres faraona y no puedes retener en tu cabeza tantas cosas y tantos archivos acumulados desde los tiempos del Neolítico del Bajo Egipto, jajaja, te comprendo, no te preocupes.
Besos!!

10 de diciembre de 2010, 19:19  

Jota, me repito un poco al decir que todas las cosas estupendas son gratis.
Me gusta el campo, me pasa como con el mar. No espero nada, simplemente voy, estoy allí y ellos se ocupan del resto.
Hay sitio para todos y siempre encuentras correspondencia con la sociedad. Pero si te fijas un poco, al revés no siempre funciona.
Quiero decir que vemos cosas cada día que en la naturaleza serían imposibles, son antinatura.
Lo de la tortilla me ha encantado. Yo también soy de comida de comer, no de plástico.
Quizá ahora entiendas mejor la cita que yo tengo cada poco tiempo con las encinas y los granados de mi padre. Lo que allí recibo no tiene nada que ver con lo que llevo.
Me alegro de que lo pasaras bien.

Un beso.

10 de diciembre de 2010, 22:04  

Un día al aire libre es todo un lujo viviendo en Madrid.Y sí se llaman japutas y están deliciosas con tomate.
Acabo de cenar y me está entrando hambre.
Me gustó recordar mi último día de picnic.
Besos de una hechicera.
Morgana

10 de diciembre de 2010, 22:07  

Con tu permiso te sigo,si no te importa.Tengo dos blogs puedes pasearte por el que más te agrade.
Besos.

10 de diciembre de 2010, 22:09  

PARKER.

Repítete lo que quieras porque tienes razón. Las cosas que más duran, que más hacen feliz, etc., suelen ser gratis. Y deberíamos también darlas gratis...

¡El mar! La de cosas que puedo yo contar de él, me encanta. Algún día escribiré sobre el y las noches que él y yo hemos pasado a solas y con mi abuela en la terraza del apartamento. Es una gozada.

No me hace falta ir al campo para entender lo que te pasa con el campo y el granado de tu padre. Es una necesidad.
Un beso fuerte!

11 de diciembre de 2010, 2:42  

MORGANA.

¿Cómo me va a importar? Bienvenida, pues.
Y me alegro de que hayas recordado tu último día lejos de la ciudad y de los agobios.
Nos leemos, de acuerdo?
Abrazos.

11 de diciembre de 2010, 2:43  

Lo importante es disfrutar de la naturaleza, para seguir conectados con nuestro yo animal, aunque creo que usted ya esta muy conecado con su yo animal.

Abrazos.

11 de diciembre de 2010, 12:07  

Me encanta el campo, si todo sale bien en unos meses....

11 de diciembre de 2010, 19:12  

Aunque no deje comentarios, te leo y te sigo de cerca.

Eso de que habeis podido conmigo tú y la decrepita esa... jajajaaaa

Alucinaos de la vida!!!

Seguro que ahor ano dejas pasar este comentario por alto.

Robagallinas!!
Robaperas!!!!

11 de diciembre de 2010, 19:28  

Juan ten cuidado con el campo, mira que después de mis dos fines de semana en Tejeda, ya no soy la misma, ni te imaginas como extraño aquel contacto con la naturaleza, rodeada de montañas, el aire limpio, aquellos paisajes, yo ando desconocida. Mira que si ahora nos da por irnos al campo, me veo criando ovejas, je, je. Besitos.
PD. mañana leo lo atrasado.

12 de diciembre de 2010, 0:03  

MYLES.

Puede, no le digo que no. Pero, no se crea, que los hay que son animales hasta el punto de que no se sabe si al hablar, hablan o regurjitan.
Un saludo sin acritud, sr. Myles, que usted no me da tregua nunca.

12 de diciembre de 2010, 1:55  

DAVID.

¿Qué va a pasar en unos meses?
¿Os mudáis, os vais al campo, os hacéis ermitaños, os compraréis una propiedad en el campo?

Abrazos!

12 de diciembre de 2010, 1:56  

DAVID.

Por cierto, ya decía yo que esta semana habías trabajado mucho, claro, ahora me cuadra todo...., jajaja.
Abrazos!

12 de diciembre de 2010, 1:56  

FETE.

Bueno, te tendré que creer... Espero que sea verdad eso de que me sigues... Pero, eso sí, no me asustes, jaj.

Tú ya estás acabado, majo. Mucho hablar de robagallinas pero, como has visto con tus propios ojos, no hago más que agenciarme gallinas y tú ya no tienes fuerza y para quejarte, jajajja. El gallo de pelea ya está viejito, jajaja.
Abrazos!!!!

12 de diciembre de 2010, 1:59  

PEPI.

Pues mira, Pepi, tampoco estaría nada mal eso de irnos a criar ovejas, ordeñar vacas y criar terneros. Pero mucho me temo que yo no iba a durar ni dos asaltos. Aunque venga bien una desconexión así de vez en cuando, yo ya estoy hecho a la ciudad y yo en el campo no sabría que hacer, jajaja.
Besos!

12 de diciembre de 2010, 2:00  

NEFERTITI.

Que el Fete te ha llamado decrépita!!!! Espero que toda la furia del Alto y del Bajo Imperio caigan sobre él. Yo, desde Cartago, te enviaré mi flota naval para acabar con semejante despropósito, jaja.
Besos!

12 de diciembre de 2010, 2:01  

Jota está derrumbado por todos los costados. Veo que el señor Myles también pertenece a esa calaña, jajajajaja, pero tu respuesta de "sin acritud", me encanto, me lleno de orgullo y satisfacción ( como diría un rey).

Fete querido dale paso a las nuevas generaciones, ya te lo dice Jota, que estas viejito y ya no eres el gallo del corral (me encanto esto). Sé que estas dolido porque Morgana también se a ido al gallinero de Jota, pero la vida es así.

Besossss para todo

12 de diciembre de 2010, 8:07  

NEFERTITI.

Pues sí, Fete no lo quiere reconocer pero tiene que enfrentarse con este cambio generacional: las mismas gallinas y un nuevo gallo más joven y apuesto, jajaja.
Besos y abrazos!

12 de diciembre de 2010, 13:21  

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