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Estoy harto o, como se dice por ahí, hasta la huevada. Siento la necesidad de gritar o de pegar patadas a algo para ver si así me desahogo pero ya ha pasado la medianoche y no creo que sean horas de montar escándalos y que la vecina de abajo me denuncie mañana por no haberla dejado dormir. Aunque, bien pensado, hasta la vecina de abajo me importa una mierda.

Hoy estoy en plan catarsis... Me gustaría ser un animal pues, según una amiga mía entendida en bichos, los animales no recuerdan lo que han hecho hace dos minutos. Así me gustaría a mí. No acordarme de dónde soy, de dónde vengo, quién demonios son mis padres, quién fue mi abuela y dónde pasé con ella los veranos. Sí, algo así como los leoncitos que, como nos han enseñado los documentales, son dejados de la mano de Dios a los pocos meses de nacer y, creo, no se acuerdan de su madre ni en Pascua Florida. Los recuerdos son una mierda y vivir de ellos, como se recomienda hacer en los tanatorios cuando alguien te da el pésame, es condenarte a no salir del hoyo de la tristeza y del dolor hasta que te toque a tí mismo emprender el viaje a no sabemos dónde. Con o sin seguro de decesos, pero nos tocará de todas, todas.

Harto de los recuerdos, de los que me los recuerdan, de reflejarme en ellos y de tener la certeza de que sin esas vicencias no sería quien soy. Harto de recordar y de sentir la necesidad de seguir haciéndolo.

Me jode, con perdón, no saber decir que no a nadie, obrar siempre de acuerdo con mi conciencia y andar por ahí, en la medida de lo posible, haciendo el bien. Harto de ser el perfecto oyente, el que mejor sabe escuchar y callar. Harto de ser un tesoro que nadie quiere llevarse consigo, de recibir falsas y vacuas adulaciones que solo se quedan en eso. Harto de que, a pesar de tus esfuerzos, nadie no solo no te agradezca nada -que no es necesario-, sino que te echen la culpa de esto y de aquello, simplemente porque estuviste allí cuidando a alguien o haciéndole la vida más llevadera, que ya hace falta ser retorcido.

Harto de mi familia, de que no vayan más que a su aire y pensando en su beneficio y conveniencia personal, harto de que solo recuerde yo, harto de estar pensando en todos, de preocuparme porque todos vivan bien y estén felices. Harto de hacerle favores a todos, de no decirle que no a ningún amigo, cansado de hacer mandados o favores a personas de fuera o de dentro de casa para que, luego, ellos sigan porfiando y desmereciendo. Hasta el moño de que nadie comprenda mis motivos o mis razones para hacer esto o aquello, para dejar de hacerlo o para sentir las cosas que me pasan a mi santa y exclusiva manera. Para que, luego, nadie me dedique ni tres minutos y cualquiera tache mis problemas o comeduras de tarro de tonterías y/o cosas sin sentido o inapropiadas para una persona joven y presumiblemente muy atareada como yo. Harto de que nadie me entienda y de nunca querer abusar de nadie.



Harto de mi exceso de diplomacia, de pedir perdón continuamente, de que se me arrimen todos los tontos, de que se me tome por imbécil y de aguantar las salidas de pata de banco de este o de aquel. De vivir preocupado por todos -de fuera o de dentro de casa-, de mirar por todos, de procurar no molestar a nadie, de cuidar a los que me rodean y de conformarme con ser feliz viéndoles felices. Harto de que siempre haya algo que censurar, criticar o regañar, a pesar de todo lo que se hace por y para los demás. Harto de ser el blanco de todas las quejas por el simple hecho de "haber estado ahí" y de sentir cada vez más la necesidad de hablar solo y exclusivamente en presencia de mi abogado para que él me pueda defender y confirme la versión real de los hechos.

Harto de no saber qué hablar con nadie, si esto o aquello que diga sentará mal o bien, si se entenderá correctamente o se distorsionará. Harto de hablar siempre las mismas tonterías. Harto de que me toquen las pelotas y de callarme por respeto y por no perder las buenas formas. Harto de no haber hecho nunca un buen corte de mangas a tantos que se lo han merecido. Harto de que después todos se queden con la idea de que eres malo por algo concreto o específico que hayas dicho o hecho o que se haya entendido de esa manera o porque simplemente se te ha ocurrido un buen día la barbaridad de quejarte por algo o decir las cosas como las sentías.

Quizá esté harto de mí mismo, de sentirme parado y/o estancado, de estar siempre a verlas venir, de entristecerme cuando toca desprenderse de algo material que me trae buenos recuerdos de etapas cruciales de mi vida, cansado de no poder elegir con diligencia o rechazar algo sin dar la sensación de que dudo porque ni siquiera sé lo que quiero.

Hoy, como ven, tengo ganas de mandarlo todo a la mierda. De no saber más de nadie, ni de apartamentos en la playa, ni de casas no sé dónde, ni de familias, ni de amigos, ni de nada. Solo quiero hacer una cosa que dentro de pocas semanas tampoco podré hacer porque nadie está por la labor de respetarme siquiera eso: desaparecer de aquí, largarme lejos, encontrarme conmigo mismo y con el mar y dejar que él haga su efecto.

Tantos desvelos y miramientos en el pasado para que tú acabaras bajo tierra, querida abuela, y yo viendo cómo todo lo nuestro, lo que vivimos y donde lo vivimos, se va a tomar por culo, porque no le importaba a nadie más que a nosotros. Perra vida.

26 guarrindongos tienen algo que decir:

Harto de ser como eres?
Pues ni se te ocurra cambiar!! Si hubiera en el mundo más personas como tú, mejor nos iría.
Ya sé que eso cuando uno está de bajón no sirve de consuelo alguno, pero sigo pensando que eres de lo mejor que conocí en la red.
Y bien... puedo decirte que la vida te recompensará, no sé cuando, pero lo hará. Solo es cuestión de tener paciencia. Las cosas suelen ponerse en su lugar despacio, piensa que no tienen patas y van poco a poco! Una vez recolocadas se ve todo de otro color y se toma perspectiva y se respira aliviado y se sonríe uno. Y se descubre echando la vista atrás, que lo que dejamos no fué tan duro. Ya verás.
En cuanto a lo de recordar a tu abuela y lo que viviste con ella, es bonito y demuestra lo buen tipo que eres. Ese tesoro que nadie quiere llevarse a casa... ais, alma de cántaro!!! Ya llegará la que se lleve el premio gordo. y será la más envidiada de la contrada.

Juer, que comentario más largo, no? como para que ahora se me borre todo!!!
En fins, que ya ves que sí, sigo escribiendo en otros lares... seguimos siendo vecinos!!!
Te sigo.
Un besote.

18 de octubre de 2010, 11:09  

LAURA

Muchas gracias por tu visita y qué bien que nos encontremos también por aquí.

Pues sí, ya ves, hartito de tanta tontería como tengo que aguantar al cabo del día. Si fuera peor de lo que soy, seguro que me iría mejor y la gente me respetaría más.

Hoy (y ayer) y veremos a ver cuánto me dura el venazo este, solo quiero cruzar los brazos como dice la canción y rebelarme pacíficamente, decir que ya basta, que no puedo pensar en todo el mundo y ser, cuando a ellos les interesa, el culpable de todo porque me meto en todos los fregados. Y si no me meto, me meten. Y, ea, a ponerme verde después...

jejej, por supuesto, muchas gracias por lo que me dices, seguro que tienes razón. Desde luego, en algo tienes razón: soy de lo bueno, lo mejor, jajaja.

Te haré caso, seguro que con algo me recompensa la vida. Y lo de que nadie me quiera como su tesoro, seguiré esperando pues yo ya voy camino de convertirme en vino añejo, jajaja, y dicen que es el que mejor sabe, jajaja, y con el que más se disfruta, jajaa.

Como ves, a mí también me gustan los comentarios "con fundamento", jajaja, con contenido, que ya que nos ponemos a escribir, escribimos de todo, jajaja.

PD: Seguramente lo mejor se juntó con lo mejor en el blog de Luís e hicimos un grupo de inmejorables. Eso dalo por descontado, que dejásteis huella. Encantado de seguir siendo tu vecino. Muchos besos!!!!

18 de octubre de 2010, 17:23  

Oyeee, te dejo una ración de ánimos mientras te pongo un comentario esta noche que ahora es tarde y me tengo que ir a trabajar. Nooooooooo quieroooo

Besos!!!

Hasta luego, vale???.

Ahhh no te muevas que vuelvo y prometo hacerte reir.

18 de octubre de 2010, 17:50  

PRINCESA.

Muy buenas. Muchas gracias por tu ración de ánimos, que espero me sirvan de algo, que hoy estoy igual o peor que ayer -cuando escribí esto-.
Mucho ánimo con el trabajo y, sobre todo, con el hombre del sobaquillo oloroso del autobús, jajajaja. Ánimo, que la tarde se pasa enseguidita...

Aquí te espero, que tengo ganas de reír. Besos!!

18 de octubre de 2010, 20:01  

Bueno, bueno chaval, ¿qué estás contando?
Estás harto. Pues haz que cambie.
¿A que parece imposible?, pues prueba. Tu mismo te sorprenderás.
Simplemente, si algo no te gusta, no te apetece, o no quieres, pasa, hazte el sordo. Pon una excusa. Ya, me dirás que no vales. Pero lo otro te lleva al hartazgo.
Ni te imaginas lo que puede ocurrir, si un día dices "lo siento, pero no puedo". Y no hay más explicaciones.
Y si alguien te toca las narices, pasas a mayores y dices "es que no quiero hacer eso" -puede ser simplemente escuchar- El decir, no me cuentes ahora problemas, no te los puedo solucionar.
Si te pones serio y te dedicas a hacer exactamente lo que quieres en cada momento, entendiendo que tienes tus responsabilidades, pero sólo las tuyas, todo se recoloca, y con el tiempo te sentirás mejor y los demás se acostumbran, o se joden, eso te da igual.
La Madre Teresa de Calcuta se murió y hay gente que no se ha enterado. Házselo saber, que El San Para Mí, que los santos no comen, lo podemos aplicar todos.
Ponte en tu sitio, ayuda a quien quieras pero no seas su alfombra.
Te sentirás mejor. Al principio es difícil, pero luego le cojes gustillo y funciona.
Eso lo aprendí de mi hija, que era una tía genial y ante algunas situaciones su respuesta era, "pues mira sí, pero sabes qué, pues que me suda el papo".
Cuando ella se fue, yo lo entendí. Y oye, que sí, que con muchos años de diferencia, vi que funcionaba y que no pasa nada.
Y el tiempo con tu abuela pasó. Pero eso no te lo quita nadie. No va a volver, pero siempre te dirá algo y te sacará una sonrisa.
Que vendan el apartamento. No te podrán quitar el mar, ni el sitio, ni los recuerdos. Búscate tu sitio, coge aire, y que les den a todos esos pamplinas que sólo te ven cuando les interesa.

Dremía, dremia, yo dando consejos. Lo siento, pero es que sé de lo que hablas y hay que espabilar en algún momento, o te espabilan.

Un abrazo enorme y muchísimo ánimo.

18 de octubre de 2010, 21:22  

Te escribo una cosa, me dice que es larguísimo y me da error, y me lo borra.
La madre que lo p.

Iré por partes, te lo pondré en tres o cuatro, a ver si soy capaz de repetirlo

18 de octubre de 2010, 21:24  

Estás jartito. Vale. ¿por culpa de otros? ¿seguro?
Plántate, sin decir nada.
Símplemente un "no puedo ahora, quizá más tarde"
Y si te tocan las narices pasa simplemente al "no voy a hacer eso"
o "no puedo escuchar tus problemas, porque no los puedo resolver"

.../...

18 de octubre de 2010, 21:26  

Aprendí muchas cosas de mi hija, sobre todo cuando se fue.
Ella era genial, pero había veces que soltaba así como si nada "pues sí, ya pero es que me suda el papo", y se quedaba tan ancha.
Ordinariez donde la haya, pero qué razón llevaba

.../...

18 de octubre de 2010, 21:28  

Si un día declinas esas obligaciones que te crean, poco a poco verás que le coges el gustillo. Y aunque al principio te pongan caravinagre, se acostumbrarán. Y si se cabrean y te retiran el saludo, es porque realmente no les importas nada y esa gente no te merece.
Quédate con los que puedan soportar un no por tu parte. Los demás, humo.

18 de octubre de 2010, 21:30  

El tiempo que pasaste con tu abuela pasó. Pero lo que viviste con ella no te lo quita nadie. Quédate con eso.
Llegará tu tiempo, formarás tu vida, a tu manera y también dejarás recuerdos.
Yo sólo pienso en los 20 años que tuve a mi hija. La pena no me la quita nadie, pero el lujo de tenerla fue lo mejor. Así encaro cada día.
Yo no tuve abuela, tu sí ¿ves? esa fue tu suerte. No te pongas como ella no hubiera querido verte.

18 de octubre de 2010, 21:32  

Y que vendan el apartamento, que hagan lo que quieran, te queda el mar entero para tí, y los buenos ratos con ellas. El sitio y las cosas se quedan cuando ellos no están, y eso tiene poca importancia si tu no se la das.
No cargues con penas. Quédate con lo bueno.

Y no aceptes consejos de nadie (eso va por mí) sólo piénsalo.

Un abrazo enorme, y muchísimo ánimo

18 de octubre de 2010, 21:34  

PARKER AZUL.

Eso es lo que he pensado, plantarme, decir que ya esta bien, empezar a ser más clarito y si tengo que decir que no, decirlo sin contemplaciones. O sea, inspirado por la canción, cruzar los brazos y no hacer lo que no me salga de las narices. Y que cada uno se busque las castañas y no recurra siempre al mismo que todo lo hace mal, que si tan mal lo hago todo ¿por qué todo lo tengo que hacer yo?

Quiero aprender a decir no, recuperar mis espacios perdidos de libertad y ocuparme solo de mis asuntos y problemas, que yo no soy el embajador, ministro, pacificador, psicólogo, etc., de nadie.

Tienes razón. Todos los días doy gracias a Dios por el lujo que me dio al dejarme conocer a un ser tan excepcional como lo fue mi abuela. Gracias por lo que te has llevado y lo que nos dejas, dije en su misa antes del entierro concretamente... Y, ya te digo, todos los días y a todas horas hablo con ella. la veo en los árboles, en mi escritorio, en mi cama, allá donde mire. Siempre está y hasta la escucho decirme cosas.

Sobre el apartamento me dice que haga como ella, que no le de importancia a las cosas materiales, que no tenga tanto apego a lo material y que tengo que aprender a aceptar que todo tiene su final, que lo material no es eterno y que antes que yo, en este caso, están mis tíos y mi madre. Y ellos son los dueños y los que deciden. Y eso es lo que te ha tocado, querido nieto, y esa es la gente con la que tienes que bregar. Así que, date cuenta de cómo son los que te rodean, acéptalo y no sufras por cosas materiales.
Pero, joder, ella y yo fuimos la noche y el día aunque nos quisimos con adoración. Y me duele mucho perder un sitio que fue donde yo pasé desde 1994 todos los veranos con ella íntegros desde el 24 de junio hasta mediados de septiembre; donde están los recuerdos; las imágenes; los baños; su cama; sus toallas; su todo...
Y, por supuesto, si me lo venden, yo me quedo sin sitio para poder ir por la zona, visitar a mis amigos (no ya a la familia, que mejor no hablamos de ella) y pasarme por su tumba para visitarla a ella también. Porque, como comprenderás, no me voy a meter en casa del vecino cada vez que quiera ir allá. Y eso es lo que me da más rabia. Pero, en fin...
Muchísimas gracias por sus sabios consejos, un besote fuerte!!!

19 de octubre de 2010, 0:13  

Hola Jota
Bueno, la verdad es que no sé por donde empezar porque todo esto es muy largo y extenso.
Decirle a mi amiga Parkerazul que ha escrito una novela por capítulos, pero la verdad, es que te da buenos consejos; aunque le perezca que las rubias con tontas...si, si que lo tengo clavaito en mi alma, jajaja.
Yo pensaba hacerte reir, pero creo que no estoy para eso, ando algo ploff y cuando no está así poco puedo hacerte sonreír.
Ya mi amiga lo ha dicho toito to, pero algo tengo que decir, no?
Es complicado decir "no", es complicado no escuchar a los demás cuando te piden algo y más aún cuando te critican.
Yo recibo muchas críticas casi a diario y no te voy a decir de quien, porque no viene al caso. Si te puedo decir que esto me afecta psicológicamente, pero hago un esfuerzo para superarlo.
Lo de tu abuela, pues eso es lo que tienes vivido, otros no pueden hablar igual que tú. Ella siempre estará a tu lado, siempre caminará contigo estés donde estés.
Los recuerdos llevalos en tu mente y los físicos guardalos en una cajita donde ponga:"Ya sólo son míos, nadie me los puede quitar", perooooooooo no le pongas un posit, que después se te cae, jajaaj mira queeee eres despistaillo, jajajaj.
Creo que como siga así voy a tener que escribir esto también por capítulos como la morana, jajaja.
A ver de momento te mando otra ración de ánimos y espera que sigo.

Besos

19 de octubre de 2010, 0:40  

Aquí toy de nuevo, jaajaj. Creías que me había ido, pues nooooooo
Mira yo viví con mi padre ratos maravillosos, recuerdo que él se sentaba siempre en su sillón y yo me agarraba a su brazo y lo achuchaba, me miraba de reojo y me decía:_es que tu eres diferente a tus hermanas, eres muy cariñosa.
Cuando estaba enfermo, todas las mañanas lo llevaba de paseo en el coche mientras yo hacia mis recaditos por el centro.
Cuando murió estaba embarazada de mi primera hija y sentí como si me arrancaran algo dentro de mí. Imagino que algo parecido te pasó a ti.
Todos los días hablo con él y le pido consejos sobre mi vida y mis problemillas.
Bueno, creo que me estoy enrollando como una persiana, jajaj
El caso es que tienes que ser fuerte, poder pasar de todo y todos, ser capaz de capotear a los demás (aissss qué fácil es dar consejos, jajaj, a mi me cuesta la misma vida hacer lo que te estoy diciendo, jajaja).
La casa de mis pades la vendimos y fue muy duro. Ahora voy allí (Algeciras) y tengo que pedir prestada la casa de mi hermana para poder estar.
Y no sé que más decirte, porque siento como te encuentras, yo estoy así más o menos.
Pero son rachas, que seguro que pasan.

Vale???

Besitos!!!

Cuídate mucho por fa

19 de octubre de 2010, 0:49  

PRINCESA.

Pues estamos buenos..., vaya par de dos se han ido a juntar: el que está catártico y la que está plof. Vamos, Francisco Alegre y la Alegría de la Huerta, jajaja, como para quitarnos las penas, jajaja.

Esto es complicado, hay que aceptarlo y para eso se requiere tiempo. Desprenderse de cosas queridas es duro, aunque seguramente a los sin techo les pareceré un mentecato que llora porque se vende un apartamento en la playa, ni que me quedara en la calle durmiendo en un banco!!

Y de lo otro, llevas razón. Son cosas que afectan al estado de ánimo y psicológicamente, no son de recibo.

No te preocupes, que lo de los post-it ya no lo hago, ya escarmenté, jajaj. Besos!!

19 de octubre de 2010, 0:53  

PRINCESA.

Hola de nuevo. Pues sí, así me sentí. Como si me hubiesen arrancado un órgano de dentro del cuerpo o como si algo mío se lo hubiese llevado mi abuela. Me sentía en este mundo pero tampoco tenía la seguridad de estarlo, no sé, fue una temporada muy rara la que pasé cuando mi abuela murió. Pero, poco a poco, fui entablando conversaciones y ahora ella se permite el lujo de opinar sobre todo lo que hago. Y cuando hago algo bueno, ya está ella diciéndome que si luego alguien no me lo agradece o me dice cualquier cosa desagradable, que no me queje, que en el fondo soy como ella y me lo estoy buscando, jejeje.

Es fácil dar consejos pero a lo mejor, a fuerza de releerlo en vuestros comentarios, me entra en la cabezota, jejeje. Es difícil capotear a los demás cuando son los demás los que te torean pero, bueno, hay que ir recuperando la libertad e independencia perdida aunque el proceso sea desagradable y haya que decir mil veces no.

Yo, si se vende finalmente, me quedo sin sitio donde ir. Están las casas de mis tías pero no pienso volver a hospedarme en ninguna de ellas, que ya tuve bastante con hacerlo cuando se cumplió el primer aniversario. Entonces dije que ir cada vez que quisiera a Torrevieja y, desde allí, moverme por Cartagena. Está lejos, pero hay autobuses. Si se vende, a tomar por culo todos, que no se piensen que voy a ser tan tonto de ir a hacerles visitas porque se acabó. Si alguien quiere verme, que se venga a mi casa. Y si no, que le den. Que yo a la casa del vecino no me voy a ir...

Pues sí, ya pasará la ventolera esta que me ha dado. Un beso fuerte y no te preocupes que intento cuidarme. Haz tú lo mismo, mujer. Besos!!

19 de octubre de 2010, 1:01  

Crees Jota que podremos ganarnos la vida en los teatros?? Formamos un duo magnífico, jajaj Francisco Alegre y La Alegría de la Huerta.
Yo diría que si nos empeñamos hasta podemos dejar de trabajar y ganarnos la vida con ese duo.
Chan chan chan!!! Os presentamos al duo más original de todos los tiempos, aquí con vosotros Francisquito y la alegría.
Chan chan... a eso que salimos los dos, tú vestido de flamenco y yo de gitana con una flor medio caída en el pelo, esoooooooo siiii rubia rubia rubia, jajaja.

Anda, anda sigue cuidándote.

Besos.

P.D._Al final haste me vas a hacer reir y to.

19 de octubre de 2010, 1:19  

Te he leído despacio, me dan ganas de decirte que estoy igual, pero no, no es cierto, yo ya paso de muchas cosas. Es verdad que me da pena desprenderme de cosas, pero ya voy aprendiendo, de todas formas si yo no lo hago, mis hijos lo harán según yo estire la pata, je, je, dos de ellos no le tienen apego a nada, y la verdad, les envidio. Ahora los recuerdos dentro de mi cabeza, esos son míos, y sólo míos, me quedo con los buenos, los malo trato de eliminarlos. En cuanto al apartamento, te entiendo perfectamente, pero deja que ocurra lo que tenga que ocurrir, ¡ay! si yo te contara..., pero no vale la pena, puedes perder el apartamento, pero el mar no te lo pude quitar nadie, y tus vivencias con tu abuela, tampoco, quédate con eso, lo demás mándalo al diablo, algún día supongo que entenderemos el por qué de tantas preguntas que nos hacemos. Pero ahora vive, disfruta, piensa en que quieres vivir frente al mar, seguro que ese sueño lo realizarás, sino es el apartamento de tu abuela, será otro. En cuanto a las cosas personales de ella, hay cosas que para los tontos como nosotros tienen más valor que los diamantes, pero cuando pienso que esas "cosas" las han tocado otras manos, ya ni ganas de tenerlas, a lo mejor es que como soy mucho más vieja que tú, aprendo antes esta lección, aunque no creas, el alma está rota, y esas cosas se reflejan en el cuerpo, no dejes que el tuyo se enferme, no vale la pena. Que cierto son los refranes- Dios los cría y ellos se juntan. Anda que tú y yo estamos buenos. Un besito y muchos ánimos, te lo deseo de todo corazón. Trata de ser feliz. Te lo mereces.

19 de octubre de 2010, 13:41  

PRINCESA.

Pues ya sabes, si no tengo suerte con la oposición podemos probar con ese dúo medio humorístico-medio deprimente, jajaja.
Trabajaríamos por nuestra cuenta, seríamos nuestros propios jefes y no nos empotraríamos en el sobaquito de nadie por las mañanas, jajaja, aunque bueno tú ya eres jefa!!! jajaa.

Lo único es que el flamenco no me va mucho, como mucho me pondría un traje de huertano y, de paso, reivindicar los productos de la huerta de Mulsia, jajaja, como dicen los nativos de allí y de Albacete jajaja.
Besos!!!

Aquí sigo, cuidándome, jeje..

PD: De eso se trata, de reír un poquito al menos. Hasta lueguito!

19 de octubre de 2010, 13:55  

PEPI

Exactamente, que eso es otra cosa que me hace ver que soy gilitonto perdido. Me estoy tomando unos berrinches por unas cosas que nadie valora como yo y que, si estuviera muerto, ya las habrían largado. Y, por supuesto, las cosas que guardo de mi abuela en casa medio escondidas para que nadie las vea y me digan que guardo "cosas inservibles y no me extraña que no tengas sitio en tu habitación", irán a parar al cubeto de la basura de la calle. Y yo, entre tanto, disgustándome y dejándome la cabeza loca...

Envidio a tus hijos. No me gustaría tener apego a nada, ni recuerdos, ni tristezas. Vivir al día y sin más miramientos.

A mí sí que se me reflejan esas cosas del alma en el cuerpo, en el carácter, en mi trato con la gente, etc.

Ya ves, menudos se me han ido a juntar, vaya trío Veracruz..., con esta gente es imposible hacer nada, solo dan ganas de mandarlo todo a la mierda y encerrarse.

Muchas gracias por los ánimos y por tus buenos deseos. Te lo agradezco un montón. Muchos besos!!!

19 de octubre de 2010, 14:02  

¡ALTO!

Puedes mandar a la mierda a quien quieras, o a quien se lo merezca, pero de encerrarte nada.
Tienes una vida que vivir y no se la debes a nadie.
Levanta la cabeza, saca pecho y cómete el mundo.
Si no apruebas la oposición, baila y canta, o pide, o roba, búscate la vida como se te ocurra, no repares en convenciones sociales.
Pero de encerrarse nada. La vida está ahí.
Aquí a la vista no quiero contarte cosas, pero yo no puedo encerrarme darme por vencida. Menudo ejemplo me dieron mis padres y mi hija.
No creo que tu abuela quisiera verte así. Piensa en cómo le gustaba a ella verte y trata de darle gusto, sólo a ella.
Es lo único que te va a dar fuerza ahora mismo.
Y otra vez consejitos. Que no, que no me gusta, pero me pones de los nervios cuando dices esas cosas.

Venga a por esa oposición, pero sobre todo A POR TU VIDA, que nadie la va a vivir por tí y sólo tu puedes decidir cómo quiere hacerlo.

Un beso grande.

20 de octubre de 2010, 1:58  

PARKER AZUL.

Eso es lo que a veces hago, encerrarme. Pero pronto comprendo lo que dices. Entre que me lo decís vosotr@s y que mi ángel de la guarda se me manifiesta al segundo para estirarme (en este caso) de las orejas y decirme que me deje de gaitas, que ella no me enseñó eso y que hay que desprenderse de cosas materiales que solo provocan estos enfados y vivir pensando en otro plano. Dar gracias por lo vivido y por lo que dejó y listo Evaristo.
Así que, ya ves, aciertas en lo de que a mi abuela no le gustaba verme así, no sufrir, ni llorar, ni ponerme triste. Y mira que me lo decía veces..., pero ella y yo éramos como el sol y la luna, totalmente diferentes aunque nos entendíamos a la perfección.

Muchas gracias por los ánimos!!! Y a vivir la vida se ha dicho!!!
Besos!!

20 de octubre de 2010, 18:40  

aki toy. y compartimos hartura, q lo sepas.bego.

22 de octubre de 2010, 0:17  

Hola Jota
Te escribo aquí en esta entrada porque en la nueva como que no tiene sentido lo que voy a decir.
Ahora escucho las canciones, no he podido antes. He estado sin ordenador, ya sabes, las cosas que pasan.
Estoy por quitar el volumen de la canción, jooo es que en momentos difíciles no puedo oír música, me pone más tristona.
Ha sido un día horroroso, de esos que querrías quitar del calendario. Cuando estaba totalmente axfisiada, me llamaron del cole del niño porque le han puesto un parte por falta grave. Hay veces que se te acumula tanto que ya no cabe más. Madre mía que horror!!! cómo duele todo lo que me está pasando!!!.
Fíjate que no he podido ir ni a trabajar, me supera todo.
Gracias por comentar, he preferido contarlo por aquí, porque la gente es muy cotilla, jajaj.
Sabes? Intento cuidarme, pero a veces me dejo, ufff esas lágrimas.

Tú cuídate mucho.

Besos!!!

22 de octubre de 2010, 20:32  

YO MISMA

Sí, algo tengo entendido de que los dos andamos ya un poquito hartos y de vuelta de todo y de todos, jajaja.
Muchos besos, que ya queda menos para vernos!!!

22 de octubre de 2010, 20:39  

PRINCESA

Puedes escribir donde te de la gana, tenga o no que ver con el asunto, jeje. Esta es tu casa.

Aunque, claro, estas cosas "privadas" no gusta que las lea nadie.

Joder, la verdad es que a los problemas no hay que llamarlos, vienen solos y en comandita. Siento lo que me cuentas del parte de tu hijo pero, oye, no puedes ponerte así. Imagino que habrás hablado con él, que habrá merecido algún castigo o, por lo menos, una buena reprimenda de sus padres. Pues ya está, no puedes hacer más.
No tiene sentido que seamos nosotros los nos pongamos del revés, aunque nos cueste. Y hablo en plural porque me pasa lo mismo.
No puedes dejar de cuidarte, ni pegarte esos berrinches. Y si te pegas el berrinche como buena madre que eres, pues que sea solo uno o dos. pero no más. Que no te paralice, ni te haga pasar tan malos ratos porque no sirve tampoco de nada. No digo que haya que irse de fiesta, porque imagino que el parte habrá sido por algo, pero tampoco tienes tú que verte superada de este modo.
Un beso fuerte y que no me entere yo de que no te cuidas. besos!!!

22 de octubre de 2010, 20:47  

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