CONFIAR EN ÉL
Hace 15 horas
Ayer, señores míos, fui testigo de una aparición. Como tal, me dejó sin palabras, podría decirse que enganchado o enamorado. Colgando en sus manos, que dirían el señorito Carlos Baute y la señorita Marta Sánchez. Aquella figura no era humana, no podía serlo pues me pareció que estaba por encima de todas las que había visto hasta ayer. Se me antojó que debía tratarse de una obra de fabricación divina o celestial. Todo perfecto, consecuencia de haber empleado en ella el mejor de los cinceles y el máximo empeño en la fabricación y diseño.
Bailándo y contorneándose al ritmo de La Mona Jiménez y su Beso a beso,
pude admirar a esa mujer divinamente perfecta. Las medidas perfectas, las curvas peligrosas y demás propiedades naturales que adornaban su cuerpo, sin respetar las señales de circulación y las de las buenas formas, podrían llevarnos a cometer una locura. Gustosa locura, quizá. Algo imperfecto le noté, en efecto, su acompañante. Pero, como todos en esta vida, la pobre no lo iba a tener todo, algo debía fallar. Qué movimiento de caderas, qué cuerpo, qué figura, qué ojos, qué boca. Me enamoró y se fue sin saberlo, quizá se retiró para seguir bailando con el chico ese en otro lugar o para terminar de ajustarle las tuercas después de un buen rato de frotamiento de cebolleta.
Ayer me lo pasé estupendamente. Con quienes salí me caen de puta madre, con perdón. Eso para empezar. Y, para continuar, yo me desfogué, me enralé, bailé, canté y hasta me quise marcar un pasodoble de Manolo Escobar con una de las chicas que nos acompañaban pero le dio vergüenza y me cortó todo el vacilón.
Entre todas las canciones que escuchamos, una me marcó. Es la de Raffella Carrá, esa que se titula Hay que venir al Sur. La canción viene a sugerir eso que se repite machaconamente: que en el Sur se hace mucho el amor y en el Norte, que hace más frío y son menos pasionales, se hace menos. O ese es el tópico. Y yo, que no estoy ni en el Sur, ni en el Norte, sino en todo el puñetero centro, ya entiendo por qué no me como ni una rosca integral. Porque en el centro no se hace ni mucho, ni poco. Está canción me dio la pista, ahora lo entiendo todo.
Así que mañana me voy a Albacete, que está un poquito al Sur, para ir abriendo boca. Ya habrá tiempo de seguir bajando al Sur.
Bailándo y contorneándose al ritmo de La Mona Jiménez y su Beso a beso,
pude admirar a esa mujer divinamente perfecta. Las medidas perfectas, las curvas peligrosas y demás propiedades naturales que adornaban su cuerpo, sin respetar las señales de circulación y las de las buenas formas, podrían llevarnos a cometer una locura. Gustosa locura, quizá. Algo imperfecto le noté, en efecto, su acompañante. Pero, como todos en esta vida, la pobre no lo iba a tener todo, algo debía fallar. Qué movimiento de caderas, qué cuerpo, qué figura, qué ojos, qué boca. Me enamoró y se fue sin saberlo, quizá se retiró para seguir bailando con el chico ese en otro lugar o para terminar de ajustarle las tuercas después de un buen rato de frotamiento de cebolleta.
Ayer me lo pasé estupendamente. Con quienes salí me caen de puta madre, con perdón. Eso para empezar. Y, para continuar, yo me desfogué, me enralé, bailé, canté y hasta me quise marcar un pasodoble de Manolo Escobar con una de las chicas que nos acompañaban pero le dio vergüenza y me cortó todo el vacilón.
Entre todas las canciones que escuchamos, una me marcó. Es la de Raffella Carrá, esa que se titula Hay que venir al Sur. La canción viene a sugerir eso que se repite machaconamente: que en el Sur se hace mucho el amor y en el Norte, que hace más frío y son menos pasionales, se hace menos. O ese es el tópico. Y yo, que no estoy ni en el Sur, ni en el Norte, sino en todo el puñetero centro, ya entiendo por qué no me como ni una rosca integral. Porque en el centro no se hace ni mucho, ni poco. Está canción me dio la pista, ahora lo entiendo todo.
Así que mañana me voy a Albacete, que está un poquito al Sur, para ir abriendo boca. Ya habrá tiempo de seguir bajando al Sur.
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Jajajajjjjaaaaaaaaaa
Tu si q sabes divertirte!!!
Besicos.
Sara Royo dijo...
23 de enero de 2010, 17:13
Cómo estaba la morena, amigo.
ayyy omá que rica!!
R. dijo...
23 de enero de 2010, 17:27
Aaay omaaá... xD
Toño dijo...
23 de enero de 2010, 21:07
Te falta por añadir esta (en mi opinión...)
http://www.youtube.com/watch?v=BmXeHcEscKs
Toño dijo...
23 de enero de 2010, 21:10
Ligón, que eres un ligón... y esa que no quiso marcarse el pasodoble ese, ella se lo perdió.
Y tranquí, puedes ir a Albacete, pero como no le caigas en grasia a ninguna, pues como si te vas a Cadiz o a Canarias que está mas al sur.
Ahora un clásico, el amor surge donde menos te lo esperas... jajajjaja
Un abrazo.
emilio dijo...
23 de enero de 2010, 21:43
Ya sé, debiste ir a la fiesta de Blas jajajaja
Ardilla Roja dijo...
23 de enero de 2010, 23:45
No es por ná Jota pero.. en q sitios os meteis para escuchar estas canciones???
me preocupais.. XD
Besos!!
una más... dijo...
24 de enero de 2010, 1:08
SARA
Pues la verdad es que hacen falta muy pocas cosas para pasárselo muy bien y divertirse un rato. Poco dinero pero, sobre todo, unos buenos y simpáticos acompañantes que hagan del rato algo fabuloso. Y como yo tengo poco dinero y buena gente, pues me lo pasé estupendamente, jajaja.
Besos¡
JotaEfe dijo...
24 de enero de 2010, 11:08
R. y TOÑO
Oh, Dios mío, es verdad era una morenaza tremenda, jajaj, con lo que me gustan las morenas¡¡
Es verdad, Toño, esa canción de Siempre Así también la bailamos. Y no me acordé de ella.
Abrazos, fenómenos¡
JotaEfe dijo...
24 de enero de 2010, 11:09
EMILIO
Ya, hombre, ya lo sé, que por mucho que me vaya a Albacete o al Congo Belga, si no les caigo bien, pues no tendré nada que hacer, jajaja, era por hacer la gracieta tú ya sabes, jajaja.
El caso es que, en esto del amor, siempre acabamos en lo clásico, jejeje
Abrazos¡
JotaEfe dijo...
24 de enero de 2010, 11:10
ARDILLA ROJA
Pues no sé si se festejaba algo el viernes pasado, jajaja, yo fui donde me llevaron y me lo pasé divinamente, ya lo has leido.
Besos¡
JotaEfe dijo...
24 de enero de 2010, 11:11
UNA MÁS
No te preocupes, que nosotros somos como los camaleones. POr el día nos sabemos comportar de lunes a viernes, pero llega el fin de semana y nos transformamos en personas transgresoras del orden público y de la paz social, jajajaja, nos desmelenamos y lo pasamos chachi, jajajaja.
No te preocupes, que ahora soy el mismo de siempre, jajaja.
Besos¡¡¡
JotaEfe dijo...
24 de enero de 2010, 11:12
Que me voy contigo pa Albacete!
Espera que me cojo los Cd´s de Los Chichos.
Jjajajajja Muy buena tu entrada.
Besos
Reflexiones de Emibel dijo...
24 de enero de 2010, 19:44
jajajaja, pues aun te da tiempo, que estoy de papeleos burrocráticos y aun no me he podido ir a Albacete, aun llegas a tiempo, jajaja.
Besos¡¡
JotaEfe dijo...
25 de enero de 2010, 11:41
Como vayas parando de aquí a Cádiz..... no te cuento cómo vas a llegar, jajajajaja
David dijo...
25 de enero de 2010, 18:37
DAVID
jajajaja, bueno, a ver lo que me voy encontrando¡¡ jaja
Abrazos
JotaEfe dijo...
25 de enero de 2010, 22:51